Colaboración por Andre Álvarez
El charol no es una tendencia pasajera, es más bien un imprescindible para muchos que aman su elegancia y glamour o sus connotaciones de erotismo y sensualidad. Ha estado presente en varios momentos de la historia de la moda y siempre vuelve. Fue creado en 1700, pero alcanzó su popularidad gracias a Seth Boyden, quién en 1819 sacó una versión de este cuero brillante (realizado a través de capas de aceite de linaza) que logró la perfección. Creado especialmente para zapatos de caballero, en la época se estaba buscando un material que diferenciara los zapatos de trabajo con los de vestir formal, por lo que este material fue rápidamente adoptado para el calzado masculino elegante y poco a poco, a medida que el vestido se iba acortando, se comenzó a utilizar en el calzado femenino también, teniendo un boom más fuerte a partir de los años 60´s.
Con la aparición del plástico hubo un cambio significativo en la producción del charol, ya que fue prácticamente encontrar un charol sintético, y este comenzó a diversificar sus usos en el vestuario. Ya no sólo eran zapatos “acharolados”, también habían chaquetas, faldas y múltiples accesorios. Las cualidades brillantes e impermeables se conseguían fácilmente con PVC o vinil, e incluso muchas veces se hacía difícil diferenciarlo a la vista, a pesar de que el “charol” real es una variación del cuero y por tanto es mucho más duradero.
En los 80´s también hubo fuertes influencias de este material, el estilo glam rock lo utilizó mucho en sus prendas, y las botas de plataforma rojas acharolas de Bowie marcaron tendencia.
Actualmente también existe una versión que reviste el cuero de plástico; es decir un mix. De alguna manera, utilizarlo en el diseño de vestuario es volver a los inicios de la confección. El diseñador chileno Sebastián del Real lo usó en su colección “Corazones”, quien nos contó que el charol, utilizado en prendas pret a porter, es un real aporte a lo urbano: “Pienso que refresca y propone, y eso me encanta. No cualquiera se atreve a usar este material para una prenda común, y son pocas los que logran sacar adelante un look urbano y que este no parezca un disfraz”.
Hoy en día existe un “revival” del Charol y como cada cierto tiempo, nos volcamos a mirar este atractivo material, pero esta vez desde otra vereda, no desde la de los escenarios, el glamour y la elegancia. Hoy el charol ya está en la calle tanto en zapatos como en pantalones, faldas, carteras y bolsos, entre otros.
Catalina Moreno, de la marca de zapatos nacional La Horma, también es una fan del charol en cuanto a diseño de calzado se trata: “Siempre he usado charol en la colecciones de invierno; me parece un material hermoso que siempre logra resaltar un modelo, y darle una vuelta más glam a los diseños”. Es por eso que sus botines “Bowie” de la colección otoño/invierno 2014 tenían que hacer honor tanto al cantante como al material. Otra marca de calzado local, Aurora Conejero, incluyó el charol en sus zapatillas sleep on, sandalias de base de goma y otros diseños la colección de verano para agregar un toque más elegante y moderno a los zapatos.
Por otro lado, en cuanto a accesorios, la marca Cocodrilo Bazar realizó un símil de charol en algunas de sus mochilas veganas y Mala Racha lo está usando en la colección que viene esta temporada de mochilas y carteras 100% cuero. Así, tenemos bastantes opciones para ponernos en sintonía con esta tendencia y comenzar de a poco a incorporar, o re-incorporar, el material en nuestro vestuario.