Lo que llevamos al vestir, muchas veces deriva de estilos que se originaron en civilizaciones antiguas. Se adapta a los contextos, se ve influenciada por ellos y también va mutando de acuerdo a cada década, pero la esencia perdura. Eso es lo que ocurre con una de las tendencias que más vemos en la pasarela –y que formó parte de un fuerte culto hace un par de temporadas-, con las llamadas flatforms o plataformas planas.
En la antigua Grecia, especialmente en el espectáculo, muchos llevaron sandalias Kothornos. Formadas de suela de corcho, solían ser gruesas en la parte inferior y de manera pareja, lo que la asemeja bastante a las flatforms que se llevan hoy y cambiaban su altura de acuerdo a quien las llevara. Las tribus urbanas trajeron de vuelta el estilo en los años ’70, cuando la música disco hizo de las plataformas el estilo más popular entre hombres y mujeres, aunque no fue precisamente ese estilo el que convocó las flatforms. Los teddy boys, amantes del rock and roll de los años ’50 y un look a lo Elvis, comenzaron a usar la plataforma plana a través de unos zapatos que hasta hace poco eran grito y plata: los creepers.
En los ’80, los estilos siguieron la corriente creepers y hasta los vimos como parte de la cultura pop en el cine: Duckie, el personaje de Jon Cryer en “Pretty in Pink” (1985), los llevaba combinando su atuendo alternativo. Los años ’90, las plataformas planas se unieron al sportwear cuando las Spice Girls combinaron sus vestidos cortos con las famosas zapatillas, y ahí las flatforms se elevaron hasta el cielo; marcas como Vans y especialmente Donnors en Chile se transformaron en clásicos de esa era. Las pasarelas absorbieron como nunca esta tendencia y se instalaron en marcas como Prada y hoy Gucci, la cual mezcla a través de un estilo similar al de la casa de Miuccia colores, formas y ahora, un zapato que tiene plataformas plana removible.
Fotos: Womenitems, RJFootFitness, AcidCow, Lastfm, Gucci.
