Mini champañas con el logo de Celine sin acento, tambores e invitados de lujo. Nada de eso sirvió para celebrar el debut de Hedi Slimane como Director Creativo de Celine, pues la colección que abrió esta nueva era se vio casi como un intento sin ganas, una copia o una colección de despedida de un diseñador despechado con una casa. Por el contrario, Clare Waight Keller en Givenchy pudo hacer lo que Slimane no logró: abrazar la figura femenina más fuerte de la actualidad y moldearla con elegancia y versatilidad.
Slimane ya nos había irritado un poco con su paso por YSL. Allí, transformó el nombre a Saint Laurent y llenó de Zara y rock and roll las colecciones, que a veces parecían bastante más alejadas de la casa y su herencia que de las tiendas por departamento. Aunque se acercó a la filosofía propia del legendario diseñador francés acercando la moda al pret-a-porter y sus calles, nunca logró completamente convencer y peor aun fueron sus intentos de colecciones similares una tras otra. Claro, las ventas y prendas para desear estaba allí, solo que no la coherencia y pasión que se le exige a quien dirige una marca tan importante como esa en el mundo de la moda.
Y justamente esperábamos más de esta nueva etapa de Slimane y Celine, una casa que tanto le dio al poder femenino a través de la estética. Con piezas relajadas, fuertes y una sensualidad aun menos obvia que aquella predicada por Miuccia Prada, Céline con Phoebe Philo supo darle a muchas mujeres el estilo que nadie se atrevía a moldear, generando por supuesto un gran culto y ventas superiores en accesorios como carteras y zapatos. Ahora, esas mismas viudas podrán por lo menos mirar hacia otro lado: Givenchy S/S 2019 nos dio todo el estilo que esperábamos del propio Slimane.
Aunque en sus primeros pasos Keller mostró homenajes a Hepburn y Hubert, ahora reafirmó su sello en la casa. No solo fue capaz de idear combinaciones que pueden perfectamente llevarse al trabajo, sino también otras para disfrutar en distintas ocasiones e incluso, vestidos para la noche y la alfombra roja. La versatilidad de sus propuestas no se vieron desordenadas a diferencia de otros y aunque algunos looks fueron más delicados que otros, ahí estaba ese ADN que añoran tantas que amaban Celine.
Fotos: Runway.