Solo un día después de la muerte de Carrie Fisher, su madre Debbie Reynolds también dejaba este mundo a los 84 años. Una legenda del cine, fue protagonista de indiscutidos clásicos como “Singin’ in the Rain” (1952) junto a Gene Kelly, pero también apareció en espacios modernos como la serie “Will & Grace” y su personalidad era una de las más queridas de Hollywood. Además de su estatus de icono, Reynolds era una de las historiadoras más fervientes del cine; coleccionaba vestuario de varias películas, asistiendo durante décadas a subastas y adquiriendo trajes invaluables.
La colección de Reynolds incluía los zapatos rojos brillantes de Dorothy en “El Mago de Oz”, el vestido que creó Cecil Beaton para Audrey Hepburn en “My Fair Lady”, el vestido blanco de William Travilla para Marilyn Monroe en “The seven year itch” y hasta el sombrero de Charlie Chaplin. Con tantos hitos de la gran pantalla bajo su tutela, la actriz pensó que sería fácil obtener apoyo de la Academia para exhibir estos tesoros; pero el año 2014, confesó que siempre se negaban ante cualquier iniciativa, obligándola a subastar gran parte de su fortuna histórica en distintas oportunidades.
Trajes de The Rat Pack –el famoso grupo de actores y cantantes encabezados por Frank Sinatra-, el abrigo de Orson Welles, los trajes de Julie Andrews en “La novicia rebelde” y más, formaron parte de la colección que comenzó a subastarse a principios del 2014. “Estoy un poco dolida. No creo que debería haber donado lo que quedaba de la colección…lo hice todo cuando nadie ayudaba en nada”, diría Reynolds en una entrevista a The Hollywood Reporter ese mismo año, como parte de la presentación de la subasta. Lo único que está aun en su casa, incluso luego de su muerte, es la figura original de “El halcón maltés”, película protagonizada por Humphrey Bogart.
Fotos: Vanity Fair, Tom and Lorenzo.
