Comenzó muy joven a modelar en distintas ciudades pero cuando David Bailey la fotografió en 1964, una estrella había nacido. Jane Holzer se convirtió en una pequeña sensación en Vogue, siendo acuñada ese mismo año como “la it girl del ’64” por nada menos que Diana Vreeland. Pronto conocería a Andy Warhol y de pronto, se transformaría en su primera musa y la chica que llevaría el glamour a The Factory.
Fue la propia Vreeland la que le presentó a Warhol y luego de invitarla a su espacio neoyorquino, le daría el nickname de Baby a la modelo. Luego aparecería en algunos de sus filmes y cortos, donde es especialmente recordado aquel en que Baby aparece lavándose los dientes por varios minutos.
Aunque su tiempo como musa de Warhol no duró mucho -Holzer se distanció por las personas que llegaron pronto a The Factory y el intento de asesinato de Warhol-, la modelo se transformó en coleccionista de arte y también en socialité por su propia cuenta; Studio 54, las galas del MET y paseos junto a Halston eran actividades recurrentes en su vida. Luego aparecía como productora de películas y en 2014, incluso se organizó una exhibición como homenaje a su relación con Andy, donde mostraría desde ropa hasta el arte que conserva del norteamericano.
Fotos: W, Zimbio, FashionSpot.
