Desde 1988, la australiana nacida en Hawaii Nicole Kidman ha mantenido una constante carrera en el cine. Fue en los ’90 cuando comenzó a demostrar su talento, de la mano de inusuales roles como el de la chica del tiempo Suzanne Stone en “To die for” (1995), una fábula psicópata llena de arribismo y muerte. Y justamente con ese rol, Kidman se convirtió en una nueva potencia de las premiaciones, un rol que además tenía un estilo muy marcado.
Gus Van Sant la incorporó al elenco como la protagonista, una cuidada mujer casada con Larry Maretto (Matt Dillon), cuyo plan de vida incluía convertirse en una exitosa reportera cueste lo que cueste. Para este elegante y ambicioso papel, Kidman llevó trajes de dos piezas estilo Chanel, colores pasteles, el pelo muy peinado en melena larga y todo tipo de accesorios. Las uñas coordinaban con el labial, los zapatos eran siempre tacones y la seducción era su arma favorita, una que desplegó incluso con adolescentes como Jimmy (Joaquin Phoenix), Russel (Casey Affleck) y Lydia (Alison Foland).
En “To die for” (o como fue traducida por acá “Todo por un sueño”), la imagen era lo más importante. A Suzanne no le importaba ser persistente, tratar que todos la notaran o la tomaran en cuenta. Esta comedia negra puso realmente a Kidman dentro del grupo de actrices más codiciadas, logrando ganar un Globo de Oro, ser nominada al BAFTA y muchos otros premios alrededor del mundo.
Fotos: IMDB.