Cate Blanchett no es solo reconocida por sus grandes papeles en el cine, sino también por haberse transformado con los años en un icono de la moda. Además de haber sido portada de Vogue, Vanity Fair, Elle o Harper’s Bazaar, ha sido musa de grandes de la industria de la moda como Valentino, Armani Privé, Gaultier o Givenchy. Pero no solo las grandes firmas de vestuario de lujo sienten fanatismo por Cate; Woody Allen la eligió como su nueva musa inspiradora. Blanchett protagoniza Blue Jasmine, lo último del cineasta que, al igual que la mayoría de sus cintas, está marcada por una estética única.
El largometraje gira alrededor de Jasmine, una mujer estadounidense que luego de quedar en banca rota y perder todo lo que tenía en Manhattan, se muda a San Francisco con su hermana. Jasmine es una socialité de pies a cabeza: Hermès, Chanel, Missoni y Louis Vuitton son algunas de las marcas de ropa y accesorios que utiliza el personaje a diario. La película muestra cómo la protagonista intenta reinventarse luego de haber perdido todo, demostrando así cómo el consumismo la ha consumido, al punto de no poder erradicar de su vida la imagen de alta sociedad.
Susy Benzinger, la vestuarista de la película, cuenta que junto a Cate Blanchett, visitaron decenas de casas de moda y que la recepción fue sorprendente. Los préstamos para la película se hacían simples cuando daban a conocer que sería Cate Blanchett quien los usaría. Es más, Karl Lagerfeld demoró solo dos días en enviar dos chaquetas hechas a medida para Cate, diciendo “Por Cate, cualquier cosa”.
A Woody Allen le gusta tener piezas de vestuario en sus películas que queden grabadas en la retina de sus espectadores, que narren acerca de la historia y de la vida, y ésta no es la excepción: Cate Blanchett pasa a ser una de las nuevas mujeres en la larga lista de musas de Woody Allen que aporta en la estética de la sofisticación y elegancia.
