Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Armie Hammer, Tom Wilkinson, William Fichtner, Barry Pepper, James Badge Dale y Ruth Wilson. Todos juntos se embarcaron en la grabación de la más reciente película de Disney: El Llanero Solitario, la adaptación a la pantalla grande del popular héroe enmascarado. Ambientada en 1869, la escenografía y los vestuarios encontraron su inspiración en el Viejo Oeste, dando como resultado una producción de más de 1500 trajes y miles de zapatos, sombreros, tocados y otros accesorios confeccionados o modificados específicamente para la película.
El vestuario de este BestSeller estuvo a cargo de Penny Rose, quien destaca por sus trabajo que hemos podido ver en Piratas del Caribe o Evita. Para esta nueva producción decidió hacer uso de una estética que ocupara la suciedad y el polvo a su favor. No quería vestuarios tan pulcros ni bellos, sino más bien algo teatral y recargado que le hiciera peso a las anteriores producciones de esta historia, tanto en el teatro como en la ópera o el cine. Para lograr esto, Penny y su grupo de trabajo implementaron las más diversas técnicas de trabajo en las telas, desde poner los vestuarios dentro de mezcladoras de cemento, uso de lijas, ralladores de queso y hasta sopletes para lograr el daño requerido en las prendas.
En cuanto a los materiales, Rose tiene una seria fijación con utilizar telas naturales: solo lana, algodón y seda. Así mismo, no existe para ella la posibilidad de utilizar cierres, solo existen para ella los botones y éstos con nada más que dos agujeros, tal como se usaba en la época de ambientación de la película, y por supuesto, ni una mujer sin un corsé debajo de sus vestidos. Colores tierra, texturas, encajes y miles de pequeños detalles como plumas o mostacillas, hacen de está película un verdadero viaje al Viejo Oeste.