Los Oscars se roban todas las miradas en cuanta a premiaciones del cine, pero los Golden Globe inauguran la temporada cada enero. Este año, la ceremonia no mantuvo mayores sorpresas, pero la alfombra roja nos dejó varias tendencias, aciertos o intentos por destacar entre la mayoría de las actrices asistentes.
Las más destacadas fueron desde el principio, Julianne Moore en un Tom Ford negro y blanco; Naomi Watts en un dramático Zac Posen de color burdeo, Marion Cotillard en un Dior que Raf Simons confeccionó especialmente para ella; Jennifer Lawrence en un Dior de Alta Costura, Lucy Liu en un imponente Carolina Herrera y Emily Blunt en Michael Kors. Otras que marcaron la diferencia en cuanto a esfuerzo, pero quizás sin un gran resultado, fueron Halle Berry en un Versace que parecía sacado de la época de Galliano en Dior, Jennifer Lopez como siempre, en un Zuhair Murad y Jessica Chastain, quien tenía todo para impactar en un Calvin Klein que parecía tener tela de más en el escote.
Las tendencias que más prevalecieron entre las invitadas, fue el nude & brillo: Amanda Seyfried en Givenchy, Anne Hathaway en Chanel, Amy Adams en Marchesa, Hayden Panettiere en Cavalli, Megan Fox en Dolce & Gabbana o Sienna Miller en Erdem. El diseñador o marca más popular de la noche fue McQueen, llevado por Nicole Kidman, Kate Hudson, Michelle Dockery. El rojo estuvo presente con Zooey Deschanel en Carolina Herrera y Claire Danes en Versace, mientras la sorpresa la dio Katherine McPhee, quien llevó un Theory de Theyskens negro. Y por supuesto, las parejas más sensuales fueron la de Daniel Craig y Rachel Weisz, en Louis Vuitton, Ben Affleck y Jennifer Garner en Vivienne Westwood y Jason Statham y Rosie Huntington-Whiteley en Saint Laurent.
