Antes de Drew Barrymore o cualquiera de los chicos de Stranger Things, un actor encarnó el verdadero paso de la niñez a la adolescencia y adultez a través de la gran pantalla. Se trata de Jean-Pierre Léaud, el francés que se hizo conocido automáticamente cuando a los 14 años se convirtió en el inolvidable Antoine Doinel de “Los 400 golpes” (1959), el debut de otro gran nombre llamado François Truffaut en el cine, con quien trabajaría en varias otras cintas más.
Léaud cambió y se transformó en todo un icono ante los ojos de quienes seguían el cine europeo. Aunque hoy es ya una leyenda -y sigue recibiendo premios como el de Mar del Plata el año pasado por su trayectoria-, sus roles en la llamada nouvelle vague o nueva era del cine francés fueron claves. Allí, entre los ’60 y ’80 trabajaría junto a Jean-Luc Godard, Philippe Garrel, hasta tuvo un rol en “El último tango en París” de Bertolucci. Y por supuesto sería Doinel en varias otras cintas de Truffaut, que mostraban el crecimiento y también la complicación posterior en la vida del pequeño engreído.
Si repasamos su estilo en el cine, ha visto todo tipo de looks. Desde el pelo ordenado acompañado de su eterno cigarrillo, pasando por la melena y los abrigos y su siempre impecable manera de vestir. Léaud acompañó a actrices como Anna Karina, Chantal Goya, Delphine Seyraud, Jaqueline Bisset y Brigitte Bardot, mientras en la vida real ha sido cercano a la Deneuve y la Moreau. Y a sus 76 años todavía sigue muy activo: su última película en producción es de este año y continúa viajando a distintos festivales de cine, encarnando la última gloria activa de ese creativo estilo que sacudió la década de los ’60.
Fotos: IMDB.
