Hace un tiempo he venido experimentando una forma nueva de consumir, como les he comentado antes: menos prendas y más calidad, menos cantidad y más piezas especiales y versátiles que me permiten mantener un clóset que de a poco va organizándose por categoría. Esto permite mirar lo que tengo y evitar que algo se quede tan escondido como para olvidarme de él y volver a casa con algo similar. Esto me ha bajado la ansiedad, apreciando que tengo suficiente ropa como para seguir comprando de manera poco controlada, sin necesidad de tener algo casi igual o una nueva blusa de las tantas que podemos ya tener en nuestro armario clóset.
El orden es clave para tener el control ante la cantidad de cosas que vamos comprando, guardando y almacenando por ahí a través del tiempo y que nos cuesta poder deshacernos por muchas razones, valor emotivo, prenda única, la ganga del mes, un regalo de una amiga, un gran recuerdo, etc., etc., etc. Lo peor que podemos hacer es guardar de manera compulsiva sin orden, peor aun cuando no hay suficiente espacio, todo entra en caos. Y la primera parte para convertirnos en consumidores más conscientes es saber lo que tenemos, lo que tenemos de más y lo que compramos todos los meses.
Saber cuánto gastamos mensual, cuánto debiésemos gastar sin endeudarnos y cuánto es lo que realmente de todo lo que compramos nos sirve, es un mantra que debiésemos tener como primer pensamiento cada vez que salimos a mirar por ahí.
Mantener bajo control la economía y la ansiedad es clave. Las ofertas y descuentos siempre existirán, nosotros debemos velar por nuestra tranquilidad económica en una primera instancia.
La segunda parte es saber ¿qué comprar y dónde? Es ahí donde comienza nuestra investigación de marcas bajo cánones responsables y sustentables, y luego podemos entrar de lleno a convertirnos en consumidores que ya cruzaron la línea de ser solo impulsivos a unos más expertos y controlados.
Cuando comenzamos por el camino del orden y del no gasto desmedido, cada vez que compremos algo ya no habrá culpa o el dolor de cabeza del sobre endeudamiento de las tarjetas a fin de mes, por que lo hacemos con responsabilidad de todas las veredas y eso es saber comprar, eso es ser consumidor consciente y responsable.
Un ejemplo importante y no menor es que la ONG Greenpeace es claro, nos arrojo en su informe Time Out For Fast Fashion señaló que las personas hoy compran un 60% más ropa cada año esto nos lleva a reflexionar como consumidores.
Acá 3 trucos de orden de closet que puse en acción;
Cajas de zapatos transparentes apiladas en la parte superior de mi armario, así veo perfectamente los zapatos que tengo, no me olvido de ninguno y no tengo que sacar todas las cajas buscando el indicado. Los mantengo en excelentes condiciones y si se ensucian los limpio y los vuelvo a guardar.
Pañuelos y cintos en perchero de pantalones, los guardo tableados y bien doblados, jamás los guardo amuñados ya que se van quedando atrás desordenados y no recuerdo que es lo que tengo, pero bien doblados se mantienen mejor y están impecables cada vez que los necesito usar.
Espejo para guardar accesorios, que buen invento, al fin guardo todos mis accesorios en un solo lugar, se mantienen en buenas condiciones evitando el rose con diferentes materiales que terminan oxidándose y con el muriendo rápidamente.
Extender la vida del closet parece un enunciado de moda, pero es nuestra responsabilidad hacerlo y sacarle provecho a lo que ya tenemos.
