En 1987, Diana de Gales conoció al joven diseñador francés Jacques Azagury, quien la vestiría en innumerables ocasiones y especialmente, durante los últimos años de su vida. Una llamada del Palacio bastó para que Azagury se convirtiera en uno de los nombres que vistió a Diana, quien de inmediato le confesó que amaba uno de sus vestidos. Pero a diferencia de otros creativos en su vida, la Princesa escogía diseños que ya estaban disponibles en el atelier de Azagury, el mismo que tuvo la difícil labor de realizar el vestuario de la película Diana, protagonizada por Naomi Watts el 2013.
“Nunca nadie, ni del cine o espectáculo o realeza, le ha llegado a los talones a Diana”, dice Azagury en una entrevista, quien consideraba a la Princesa su clienta y también amiga. Uno de los modelos más famosos que llevó Diana del diseñador fue el modelo celeste brillante corto, el cual usó para una presentación del ballet en 1997. También llevó un largo modelo en color rojo para una visita a Estados Unidos, pero una de las primeras apariciones de la inglesa en uno de los trajes del francés fue en 1986, cuando visitó Canadá.
En 1996, Diana recibió de manos de Henry Kissinger el premio Humanitario del Año, escogiendo para esa ocasión un traje negro largo y sin mangas de Azagury. En 1995, para su visita a Venecia, Diana también escogió un vestido del mismo diseñador, en rojo corto con pequeños brillos. Lo cierto es que Azagury, quien tiene como clienta a Helen Mirren , supo aprovechar el gusto de Diana por sus diseños, logrando convertirse en el Vestuarista de una de sus biopics. Allí, copió exactamente dos vestidos suyos para Watts y recreó otros looks icónicos, logrando encapsular el estilo de la princesa por un momento.
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