Si la moda no despierta alguna sensación, no cumple su objetivo. Así lo hemos visto a lo largo de la historia, donde muchos sueñan con trajes de hermosa factura, claman por quienes pusieron su visión escandalosa sobre vestidos y también exploran profundidades psicológicas a través de una colección. Hoy es el turno del norteamericano Jeremy Scott, quien a punta de revivals clásicos de Moschino y puro pop le ha dado a esta generación la cuota justa de deseo. Pero su última colección para la casa italiana tiene a varios debatiendo acerca de su concepto: las drogas como clave para faldas, carteras y más.
Si en los años ’90 el look “heroin chic” impactó ampliamente las pasarelas, editoriales pero también revistas y programas televisivos que debatieron sobre la influencia negativa de la moda, ahora es el turno de las adicciones a otras drogas. Scott siempre toma elementos populares que ya su antecesor Franco Moschino brillantemente transformó en objetos del vestir, pero ahora se mostró inclinado a estampar pastillas y medicamentos en su última colección. Como parte de una colección cápsula, las propuestas causan controversia por sus principales críticos, incluyendo voceros de una casa de rehabilitación por drogas de Estados Unidos. La glamorización de las adicciones, que combaten día a día miles de personas a través de estos organismos, es la principal crítica que enfrenta Scott y cía. a través de una petición establecida en change.org. Más de 1,600 personas han firmado en línea apoyando la noción de Randy Anderson, que establece un boicot contra la casa italiana y Saks Fifth Avenue, la tienda que ofrece esta línea
“El 2014, más de 47,055 personas murieron de sobredosis accidental por drogas”, señala en sus inicios el párrafo que defiende esta causa. “¿Acaso no se responsabilizan por el mensaje que entregarán a quienes perdieron a sus seres queridos ante las adicciones, cuando caminen por las calles con las mochilas llenas de pastillas y las carteras con prescripciones de drogas alteradas?”, es otra de las críticas. Aunque aun Saks no haya reaccionado frente a estas medidas, otra tienda decidió sacar del mercado la colección: Nordstrom. Así, nuevamente un debate en la moda se abre dividiendo las opiniones de sus participantes y también de potenciales consumidores.
Fotos: Runway.