Foto: Luis Rojas.
Cuando recién veíamos cómo la generación actual del diseño chileno se asomaba en distintos eventos que nada tenían que ver con lo estructurado y glamoroso de los años ’80, los estilos se multiplicaron y las propuestas también. Entre ellas, Makinita de Coser se consolidó como una firma segura a la hora de buscar vestidos, con fieles clientes entre las que se encuentra Sofía Calvo de QuintaTrends. Paula Román se trasladó desde la Quinta Región hasta Santiago para dar paso a su propuesta, una que desde lo retro, elegante, sencillo y colorido ha podido ser de las pocas consolidadas desde la mitad de la década del 2000. Para celebrar los 10 años de su marca, que hoy tiene una tienda propia en Barrio Lastarria, decidimos entrevistar a Paula bajo ese estilo único y expresivo que la caracteriza.
-Este año, Makinita de Coser cumple 10 años. ¿Qué rescatarías desde esos inicios, por allá por el 2007, en cuanto a lo que más recuerdas de tus primeros meses armando la marca?
Cuando comencé en esto del diseño recuerdo que después de intentar vender en Valparaíso mis diseños -con suerte existían dos tiendas donde era muy difícil entrar)-, apliqué plan B…Santiago. Para eso, recuerdo pasar muchas horas buscando tiendas en Internet pero aun era difícil encontrar información sobre tiendas de diseñadores independientes. Luego, partir a la capital para tratar de vender mis diseños en ellas, visitar tiendas con la maleta llena de polerones; como provinciana vine literal con dos trenzas (para poder contarlo diez años después, jaja). Recuerdo que una de esas tiendas fue Hall Central; amé la casa donde estaba, la misma donde está mi tienda ahora. Anotaron mis datos en su base y me dijeron ¡te llamamos! y aun sigo esperando. Recuerdo haber ido a la tienda heavy metal punk soñá: era una casa con varios diseñadores, cada uno administraba y atendía su espacio.. y claro, una refunfuñaba porque no hay algo así en Valparaíso. De todas las tiendas que visité en esos años, solamente sigue Porquetevistes.
-Tomaste la decisión de trasladarte a Santiago porque allá finalmente estaba todo. ¿De qué manera te ha inspirado esa ciudad? ¿Tienes ganas de volver a Valparaíso algún día?
Esta ciudad me ha enseñado a valorar cosas cotidianas. A agradecer, por ejemplo, vivir y trabajar cerca de parques grandes. Yo a la capital me vine por amor no por oportunidades, pero estando aquí me di cuenta que lamentablemente no queda otra, como alguna vez me dijo un profe. Hay q irse a Santiago a trabajar y darse a conocer allá y volver ya más armado a Valpo. Mi sueño siempre fue tener casa y show room en el puerto, pero es muy difícil vivir solo del diseño allá; el porteño es más busquilla para vestirse y más relajado, aquí en Santiago las mujeres se arreglan mucho más y eso me encanta. Amaría volver a Valparaíso, no pierdo la esperanza.
-Desde que comenzaste hasta hoy, ¿cuáles han sido para ti los hitos más importantes?
Unos de los hitos importantes de mi vida makinística va de la mano con VisteLaCalle, ser invitada a los desfiles que organizaban fue una ventana para mostrar un poco más mi trabajo. El concurso de VisteLaCalle de reutilización también fue importante, porque pude darme el gusto de hacer vestidos menos comerciales y más experimentales.
Otro hito importante fue aparecer con mis diseños en el libro de Sofía Calvo, “Relatos de moda”. También el unirme con más colegas diseñadores y en colaboración organizar ventas y exposiciones a las que bautizamos como Antimoda; una bonita instancia de cooperación y gestión donde todos vamos de forma pareja, compartimos clientes y ¡nos llevamos súper bien!
-¿Qué te parece la evolución de la moda nacional que has podido observar en este tiempo?
Creo que vamos avanzando por buen camino, cada vez hay más tiendas de diseño, la gente está entendiendo que el Made in Chile es bueno. Tuve la mala suerte de empezar en esto cuando fue el boom de la ropa china, entonces la gente pretendía que uno igualara los precios. Ahora se reencantó con lo local, hay mayor conciencia también de la ropa no desechable.
Hay muchos fotógrafos, maquilladores y diseñadores que trabajan en equipo y logran mostrar sus productos de forma atractiva y profesional. Cuando empecé, tener una cámara digital era un lujo…en 10 años ha avanzado la tecnología y la mentalidad de los diseñadores y del público, aun falta, pero como siempre digo, creo que vamos por buen camino.
Lo único que no me gusta es que muchos diseñadores trabajan mas por ego que por amor a su trabajo, pero claro, eso es cosa de cada uno.
-Hace poco tomaste la decisión de abrir una tienda propia, ¿cómo ha sido el funcionamiento y recepción de la misma?
Uuff… ha sido un constante sube y baja. Nunca soñé con tener tienda propia; cuando estudiaba quería una tienda con mi amigas y ponerle TRIBULANDIA (menos mal no resultó, jajaj). Siempre he sido desorganizada con el tiempo, no se por qué pero las horas en mi vida pasan más rápido de lo que necesito. Estoy la mitad del día en la tienda y la mitad en el taller, he tenido un año de muerte social porque trabajo hasta los domingos, pero no me arrepiento. Es reconfortante hacer lo que a uno le gusta aunque sea agotador.
La recepción de las clientas ha sido maravillosa. Muchas clientas de siempre vienen y siguen viniendo, muchas nuevas también ya se han repetido el plato. Me encanta que la gente sin que uno les diga algo entienden perfecto la estética con un toque vintage, si bien los extranjeros no son mis mejores compradores, siempre tienen una palabra para describir la estética de la tienda.
Sofía Calvo en Makinita de Coser
-Decidiste lanzar productos más que colecciones cada temporada. ¿Cuál es el discurso que reafirmas tras esa decisión?
Más que nada es porque trabajo mayoritariamente sola. Tengo un equipo que me ayuda a coser y mi socio de la tienda ve la parte administrativa, pero el hecho de estar media jornada todos los días en la tienda me quita mucho tiempo. Así, por lo menos un año más estaré trabajando con colecciones anteriores, tengo más de 150 diseños de prendas que siempre pueden ir variando; algunos los dejo de hacer, otros vuelven y así pretendo estar hasta por lo menos el 2018. También lo hago como una forma de entender mejor a mis clientas, con quienes hay un contacto mucho más directo por el hecho de atender todos los días y también para acostumbrarme a la tienda y al nuevo ritmo.
-Tus prendas siempre han contado con el toque retro y naive que las caracteriza. Sin embargo, ¿sientes que ha cambiado el estilo de tu propuesta? ¿O de alguna manera, ha evolucionado bajo la influencia santiaguina?
Creo que sí. En parte por estar en la capital y en parte los años, una va madurando junto a su estética también. A veces veo propuesta de recién egresados y quedo impresionada de lo arriesgados que son o lo poco usable a veces de sus propuestas, ¿quizás hace 15 años atrás yo era igual?
La capital ha vuelto un poco más oscuras las combinaciones y estampados. No sé si será por estar aquí o porque debo producir prendas más comerciales. Últimamente estoy trabajando colores más neutros y usando estampados, antes solo trabajaba con colores planos .
-¿Veremos nuevamente tus propuestas en un desfile?
Por ahora, no. Nunca me gustaron mucho los desfiles y no entiendo esa fascinación de los diseñadores chilenos por presentarse en pasarelas que al fin y al cabo no sé si dejen tanto contrapesando con el gran esfuerzo económico y de trabajo que se necesita. Me gusta más hacer editoriales, en este momento no tengo nada pensado en ese aspecto pero sí creo que debo hacer mínimo dos editoriales al año.
-¿A quién de tus colegas admiras y por qué?
Admiro mucho a Ignacio Lechuga, trabajador y seco, el “Doctor House” del molde le llamo de broma, jjaajja.
Sebastián del Real es seco, además de lo poco que lo conozco parece ser buenito de adentro; me encantan sus diseños y me compraría todo si pudiera. Creo que tiene un estilo femenino delicado y se atreve a hacer propuestas más arriesgadas sin perder su esencia.
También me gusta harto el trabajo de Matías Hernán, quien es arriesgado y aun cuando su ropa parece ser poco usable en el día a día, valoro mucho su arrojo y su gracia de trabajar bien y rápido bajo presión.
-¿Qué podríamos decir que se viene para Makinita de Coser en el futuro cercano?
Uff, el futuro. Tendría que preguntarle a Mia Astral, ajaja. Últimamente no me proyecto mucho a futuro, me gusta eso de vivir el día a día. De todos modos, pretendo seguir navegando en las aguas turbulentas de tener tienda y espero poder delegar más funciones y tener más tiempo para diseñar colecciones.
-Resume en una frase lo que ha sido este tiempo como diseñadora.
Un sube y baja de emociones.
Fotos: Luis Rojas, Pilar Castro y varios (FB de Makinita de Coser).