No hay otra prenda que sea más unisex, simple y elegante a la vez como una simple polera blanca. Quizás una gris sería lo más cercano a ello, pero ya sea con mangas largas, cortas o incluso en su versión de top o tank, esta prenda se ha paseado por los cuerpos de modelos, famosos y simples mortales como ninguna otra.
Con un blazer más serio, es perfecta para ir a trabajar; con un jeans y accesorios, para cualquier tenida de salida, y bajo un vestido strapless, una opción más atrevida. Las vemos en sus formas largas, casi como mini vestidos, con calzas y pantalones pitillos; ajustadas, para una actitud sexy, y sin mangas, al estilo rock and roll. Es la inversión más barata y básica de todas, y sirve para cualquier ocasión.
Las modelos ocupan muchísimo esta prenda; aunque las veamos ultra producidas, con esos blazers tan Balmain de última fashion forward, siempre tienen a la pequeña polera blanca bajo cualquier extravagancia. Y en tiendas como Zara, por ejemplo, no dejan de ocupar un espacio importante y mucho más asequible que cualquier otro item, que aunque nos haga gastar mucho para andar a la última moda, nunca será tan duradero como este clásico de cualquier armario, femenino y masculino. Así como James Dean la popularizó para los hombres.