La ropa nos acompaña durante (casi) cada segundo de nuestras vidas, por eso, es un lenguaje que define muchas de nuestras actitudes hacia el mundo y como nos relacionamos con el exterior. Y así como la moda nos acompaña cada segundo, la forma en que nuestro estilo se desarolla a través de los años también varia.
A través del tiempo, me he dado cuenta que la forma en que evoluciona con los años el estilo personal tiene caminos muy distintos entre si. Hasta ahora, en una lista que se encuentra en constante revisión y desarollo, los que he identificado son los siguientes:
El adolescente: Acá no nos estamos refiriendo a adolescentes tal cual, sino que nos referimos a aquellas personas que saltan de un estilo a otro como si fueran quinceañeros ávidos de encontrar su estilo, aunque hayan pasado hace rato sus años teen. En mi época, les deciamos “poseros”, sin embargo, la cantidad de tendencias que hoy conviven en una misma época los alienta. Si se pone de moda algo, éste grupo no lo piensa dos veces y se forra de pies a cabeza en el “estilo” (aunque su actitud es contrario absoluto del estilo propio), y así van pasando los años. Es divertido ver fotos viejas de este tipo de fashion victims. De un año a otro pasaron de ser los más hippies a ser ejecutivos con hombreras y gel, y de ahi a punkies rabiosos. Son divertidos y aman la moda, pero les meten el dedo a la boca muy fácilmente. En todo caso, cuando por alguna razón bajan su rapidez de metamorfosis, pasan por fashionistas expertos. Es cosa de balance.
El cisne: De una persona que nadie miraría dos veces, pasó a ser un pimpollo. Puede ser que su transformación haya sido debido a un nuevo corte de pelo, un cambio de vida, un programa de televisión dedicado a los makeovers o simplemente, ser increíble y cool, sin embargo, el Cisne es una de las evoluciones más bonitas porque convierte a gente que se acostumbró a estar en el background en protagonistas. Un tipo de evolución peligrosa, además, porque el camino inverso es totalmente posible.
La correcta: Las mujeres que evolucionan de manera “correcta” (utilizando esta palabra como sinónimo de apropiado, más que de “acertado”) suelen ser mujeres un poco más conservadoras y les preocupa mucho la elegancia, la clase y el que dirán. Aunque tengan un cuerpo increíble, sólo se darán permisos ocasionales para mostrarlo, como sólo usar short en vacaciones y minifaldas en un exótico viaje al caribe. Ni hablar de usar maquillajes osados o la última moda en peinados. A partir de los 25 años, sus faldas se alargarán un poquito más cada año, e inevitablemente, se cortarán el pelo a los 40. Lo bueno de éste grupo es que en cualquier momento puede cambiar y transformarse en un cisne fácilmente (la foto ilustrativa no es el mejor ejemplo, pero es imposible encontrar una celebridad real de ésta categoría).
La negadora: Este es una de las clasificaciones que consigue más simpatías por un lado y más muestras de horror por el otro. Todos conocemos una, y es triste porque sus errores son tan cándidos como horrendos ¿Por qué? Porque sigue vistiéndose tal cual como en su mejor momento. Cree que manteniéndo su vestuario tal cual como en la moda de ésa época, mantiene su imagen juvenil. Craso error.
Si su mejor momento fueron los años 60, ahi estarán ellas, vestidas con cintillos y peinados panal hasta la muerte. Si la época en que más pincharon fueron fines de los setenta, no habrá caso con que bote las plataformas y el lúrex. ¿Que hacer con un ser querido perteneciente a éste grupo? LLevarla suavemente hacia un estado más adecuado y más clásico, aunque dejando que mantenga prendas clave de su look vintage. En una de esas, se transforma en ícono.
Los valientes: Ellos encontraron un estilo que los definió perfecto en algún momento de sus vidas, y a través del tiempo, contra viento y marea, lo defienden hasta la muerte. Eventualmente, el tiempo les da la razón y la magia de la moda y su influencia aparece…Aunque el estilo personal se haya encontrado de forma casual, el mantenimiento a través de los años requiere de cierto conocimiento de moda o de estilo, porque al contrario de la negadora, éste grupo se mantienen haciendo pequeñas variaciones a través de los años que mantienen el look actual y atemporal. Si además son bellos, pueden alcanzar la distinción de íconos.
Por supuesto, ésta lista quizás no aplicará 100% para las personas comunes y corrientes, quienes evolucionan en estilo según categorías inabarcables… Aunque sin duda nos inclinaremos por alguno de los grupos, o , más probablemente, seremos una mezcla de 2 (o quizás 3). ¿O quizás me falta un grupo en mi lista?