La biografía en su sitio web es casi de ficción: a los 12 años comenzó a utilizar de manera profesional el Photoshop, un par de años después apareció como editor en un laboratorio fotográfico de São Paulo y hoy a los 20, ya es un cotizado artista que además de trabajar para diferentes agencias en Nueva York o Londres, ha colaborado en campañas de diseñadores locales como Igor Dadona. “Mi pasión por la moda comenzó cuando me invitaron a un fashion week”, cuenta el fotógrafo brasileño Gustavo Chams, quien a pesar de su corta edad, ya tiene una envidiable carrera.
-¡Eres un verdadero prodigio de la fotografía! ¿Qué pasaba por tu mente cuando recién comenzabas a tomar fotos y cuándo decidiste poner tu alma en la moda?
¡Gracias! Primero, es un placer darles esta entrevista. Comencé mi carrera como retocador digital en un laboratorio fotográfico a los 14 años, pero este laboratorio se especializaba más que nada en fotos de bodas. En Brasil, esta área es poco artística y aburrida. Luego descubrí el trabajo de Sebastião Salgado, Capa y Cartier-Bresson, y me di cuenta que la fotografía sí podía ser artística e intensa.
Mi pasión por la moda comenzó cuando me invitaron a tomar fotos en un fashion week. Aunque los fashion weeks en general son solo para fotoperiodistas y no fotógrafos de moda en sí, me enamoré de este mundo.
-Existe tanto talento joven en Brasil cuando se trata de moda: Pedro Lourenço y otros como tú se atreven a dejar sus visiones de manera pública. ¿Qué piensas acerca de los talentos actuales del diseño, fotografía y moda en general?
Como en el resto del mundo, Brasil se encuentra en medio de una crisis económica, donde todas las grandes marcas van perdiendo cada vez más poder e incluso esto hace que la moda avance lentamente. Se produce una gran oportunidad para jóvenes talentos como Pedro Lourenço, de convertirse en exitosos dentro del mercado de la moda y competir de igual a igual con marcas reconocidas y diseñadores famosos. Aparte de esto, creo que Brasil tiene una variedad étnica y multicultural que inspira una nueva visión para el arte, y consecuentemente para el mundo de la moda.
-En tus propias palabras, ¿qué hace que Brasil tenga la industria de la moda más importante en Sudamérica?
Brasil mantiene el poder económico más fuerte en Sudamérica y su industria de la moda es una consecuencia de ello. Recuerdo que hace algunos meses, leía una revista donde aparecía que la décima tienda Louis Vuitton que más vende productos en el mundo, estaba en Brasil. A los brasileños les gusta comprar y mostrar su riqueza económica; creo que esto explica muchos hábitos de consumo de quienes viven acá.
-Hablando de tu propio trabajo, ¿cómo llegaste a colaborar con agencias de Nueva York y el mundo?
Mi primer encargo local en la moda fue para una revista de Nueva York, y luego de esto mi trabajo siguió creciendo en esa ciudad, en Londres e Italia. A raíz de ello, comencé a mantener una gran relación con agencias internacionales. Algunas agencias de Brasil utilizan mi trabajo para enviar modelos locales a agencias internacionales, pero aparte de esto, mi trabajo tiene más aceptación en el escenario exterior que en Brasil mismo.
-¿Por qué crees que tu trabajo es más aceptado afuera que en tu país?
Un editor de moda de Londres me dijo que el lenguaje de mi fotografía es más cercano al estilo europeo que brasileño, y pienso que es verdad. Tengo muchas más editoriales publicadas en revistas y sitios web internacionales que en Brasil.
-Usualmente cuando alguien tan joven alcanza una sólida carrera, se le van los humos a la cabeza. ¿De qué manera enfrentas esto?
Hay una escritora brasileña llamada Clarice Lispector que dice que solo tenemos humildad con mucho esfuerzo, y creo que esto es verdad. Cuando empiezas a tener una carrera sólida con repercusión internacional, es muy fácil que se te vayan los humos a la cabeza, pero necesitamos lidiar con una guerra interna para mantener la humildad y ser mejores personas. Tuve la oportunidad de trabajar con modelos famosas y ellas eran muy pero muy sencillas y humildes, siempre me trataron con mucha simpatía. Es comprensible que quienes se mantienen en la cima del éxito se pongan engreídos pero ellas no, fueron una gran inspiración para mantenerme a tierra y trabajar duro para ser humilde.
-Has retratado a modelos famosas como Aline Weber, Isabeli Fontana y Bruna Tenorio, entre otras. ¿A quién te morirías por retratar en el mundo?
Mi más grande sueño era tener una sesión de fotos con Daiane Conterato, pero ahora que ya lo cumplí, no existe alguien que me muera por fotografiar. Quizás si me gustaría retratar a Kate Moss y Gisele Bündchen.
-Uno de tus proyectos se denomina Runway Passport. ¿En qué consiste?
Runway Passport en una revista de Nueva York acerca de moda, en la cual colaboro desde el año 2012 y que se encarga de cubrir diferentes pasarelas de todo el mundo.
-Cuando trabajas con un diseñador en su lookbook o campaña, ¿cuáles son los pasos que debes tomar antes de llegar al producto final?
Siempre tenemos reuniones para hablar acerca de referentes e inspiraciones sobre las cuales trabaja el diseñador. Es muy importante saber qué es lo que lo lleva a diseñar, y conocer muy bien su idea acerca del trabajo. Además, en estas reuniones decidimos otras cosas como la iluminación, el tratamiento de post producción, referencias en el maquillaje, estilismo, locación, etc. Después hacemos el casting de modelos para escoger quién es la mejor para el trabajo, tenemos la sesión y el trabajo de post producción.
-¿Cuáles son los planes futuros en tu ya prometedora carrera?
Ahora estoy trabajando en un proyecto de Bellas Artes que explora la naturalidad del desnudo humano con una visión conceptual más oscura. Otros proyectos cercanos en la moda incluyen una nueva serie de trabajos artísticos que exploran un nuevo lado de mi estilo. También completé algunas campañas, de las cuales no puedo hablar mucho ahora pero, creo que pueden esperar un trabajo interesante y también, algunas editoriales.
-Por último: una canción, un diseñador y un ícono que te inspiren.
Una canción, Requiem (Lacrimosa) de Mozart. Diseñador, Alexander McQueen e ícono, Clarice Lispector.