No hubo trajes que desconcertaran, ni tampoco otros que marcaran fuertemente la jornada. Esta vez, la alfombra roja de los premios Oscars –que celebran lo mejor en el cine del 2013–, parecía un desfile correcto, matizado por trajes brillantes de color suave y parejas famosas. Pero nada, nada se destacó en cuanto a moda.
Pharell llevando por segunda vez su sombrero de Vivienne Westwood (esta vez en el escenario cantando “Happy”), Lupita Nyong’o inaugurando el color “azul Nairobi” –en referencia al tono que escogió para su Prada plisado con vasta referencia a Madame Grès y Halston– y Cate Blanchett en la tendencia que definió la noche –con cristales bordados sobre un traje nude de Armani Privé–, se vio la jornada de los Oscars 2014. Kate Hudson, quien asistió a apoyar a Matthew McConaughey, deslumbró un poco más vestida de Versace, mientras Anne Hathaway olvidó el desastre del año pasado y se enfundó en un negro y brillante vestido halter de Gucci. Hasta Lady Gaga fue más elegante y recatada que lo acostumbrado en un Versace lila con bufanda al cuello.
Las parejas estuvieron marcadas por Brad Pitt y Angelina vestida de Elie Saab; Will Smith y Jada en Versace violeta; pero lo que si llamó la atención fue la diferente manera que abordaron el look las actrices embarazadas para la alfombra roja. Mientras Olivia Wilde lo hizo en un sencillo Valentino, Elsa Pataky se enfundó en un pesado traje verde brillante de Elie Saab y Kerry Washington en un arrugado Jason Wu. Decepcionaron Jennifer Lawrence en un extra sencillo Dior rojo tipo peplo –quien nuevamente se cayó cuando llegó a los Oscars–, Amy Adams en Gucci Premiere azul strapless, Sandra Bullock en McQueen azul y Charlize Theron en Dior negro. Mucha sencillez, nada de esplendor y eso es precisamente lo que todos quieren ver cuando se trata de “estrellas” y de una premiación del cine.