Aunque popularmente se conozca como el primer almacén del mundo que alberga diseñadores y productos de diversas marcas, no fue sino hasta 1852 en que vio la luz, casi 20 años después que lo hiciera la tienda Bainbridge’s en Gran Bretaña. A pesar de ello, es considerada por muchos como la más fascinante y lujosa experiencia de compras radicada en el corazón de París, justo en Rue de Sèvres. Le Bon Marché merece estar entre los destinos a tener en cuenta para cualquiera que visite la capital de la moda, más aun si se quiere conocer lo último de diseñadores establecidos y nombres nuevos de distintos lugares del mundo.
Un espacio lleno de detalles que guardan nombres como Louis Vuitton, Christian Dior y Tom Ford entre otros, es lo que recibe al visitante por sus pasillos iniciales. Le Bon Marché mantiene el estilo de tienda por departamentos, dividida en grandes pisos llenos de diferentes marcas, pero el recorrido empieza con el piso de Belleza ubicado en su entrada. Allí, justo bajo las grandes escaleras mecánicas estampadas de colores y formas distintas, los perfumes y el maquillaje de las más diversas marcas se empinan para deleite de quienes buscan desde colores hasta aromas exclusivos y regalos que difícilmente pueden olvidarse. Pero en ese mismo espacio se muestran también joyas a través de nombres consagrados como Chanel, llegando a sutiles y coloridos modelos de marcas nuevas que se despliegan en pequeños cubis/vitrinas.
Subir por las escaleras significa entrar de lleno a los diseñadores de ropa. En un gran piso dedicado al vestuario femenino, desde lo último de Givenchy hasta lo nuevo de Marco de Vincenzo o Erdem se mantiene colgado en espacios que tienen su propio corner, con vendedores que pueden orientar en cualquier momento. Pero también hay espacio para aquellas marcas que no son necesariamente de lujo. Marc by Marc Jacobs o True Religion son algunas de ellas. Los pisos que siguen completan un panorama muy entretenido para pasear en un día cualquiera: ropa masculina con los más taquilleros diseñadores, zapatos y zapatillas hasta ropa infantil. Cualquier prenda de última obsesión se mantiene en este cuidado gran espacio, que recibe visitantes de todo el mundo con sus atractivas vitrinas y maniquíes con lo mejor de la temporada.
Fotos: VisteLaCalle.
