Esta mujer alemana apareció en la década de los 60’s actuando menos de cinco minutos en la película ítalo-británica de 1966 “Blow Up”, dirigida por Michelangelo Antonioni, protagonizando una sesión de fotos. Su presencia y silueta removió a la audiencia mundial en esta escena y desde ahí en adelante la historia sigue tal cual: se convirtió en una referencia estilística de la década, siendo capturada por notables fotógrafos como Irving Penn, David Bailey y Helmut Newton. Esta es su historia.
De nombre Vera Gräfin von Lehndorff-Steinort, nació en 1939 en Prusia Oriental en el seno de una familia noble. Sus padres eran condes alemanes y en sus primeros años de vida tuvo una vida extraordinariamente acomodada. Se dice que su padre, al parecer al ser testigo de golpizas y asesinatos de niños judíos durante la Segunda Guerra Mundial, se convirtió en miembro clave de la resistencia alemana. Cuando Vera tenía solo cinco años, este fue ejecutado por intentar asesinar a Adolf Hitler. Luego de aquello los miembros restantes de la familia (Vera, su madre y hermana) pasaron sus días en campos de concentración hasta el final de la guerra.
Veruschka se mudó a Hamburgo donde estudió Artes, es allí donde inicia su carrera como modelo con su vasta estatura de un metro ochenta y cinco centímetros. Luego se trasladó a Florencia, donde fue descubierta a los 20 años por el fotógrafo Ugo Mulas. En París a través de un encuentro casual conoció a Eileen Ford, directora de la prestigiosa agencia de modelos Ford, quien le aconseja trasladarse en 1961 a Nueva York. Allí se inventa un personaje “Veruschka” lleno de mitos que, más su esbelta silueta, generan que sea notablemente apreciada.
Tuvo una especie de “mecenas” en la moda, Diana Vreeland, quien le ofrece once portadas de Vogue USA, desde 1964. La modelo en esta instancia propone ideas durante las sesiones de fotografías, con respecto a cómo armar el set, peinado y maquillaje y en relación a lo que el vestuario y las posturas deben expresar. Esto maravilla a Vreeland quien le permite este hacer cada vez más. De esto se desprenden las preciosas fotos de Avedon donde aparece subida en un árbol vestida de tigre o la postura sahariana de Yves Saint Laurent, en la que porta una escopeta de caza.
Es en 1966 es cuando aparece en la película de Antonioni (ver video a continuación). En este momento entra en contacto con el mundo artístico y del cine al conocer al pintor Salvador Dalí y varios actores como Warren Beatty y Dustin Hoffman. Allí es donde comienza a interesarse por el “Body art”, el que más tarde desarrolla a través de actos para “hacer desaparecer su cuerpo en la fotografía” a modo de acción de arte. Así es como en los 80’s gira su carrera hacia este ámbito donde dice sentirse mejor y comienza a hacer performance de “Body painting” en importantes galerías de arte de Nueva York.
Cansada del mundo de la moda, Veruschka se dedicó durante la década de los 90’s a encarnar varios personajes fotografiándose en posturas extrañas o poco acostumbradas en los lugares más dispares de la ciudad. Así, se convirtió en un perro de largo pelaje, en diva de Hollywood, en dandy, en gánster, entre otras.