Hay combinaciones que simplemente están destinadas al éxito. Una de esas es la de Leonardo DiCaprio con Martin Scorsese. Con 4 películas exitosas ya estrenadas (Gangs of New York; Infiltrados; Shutter Island y Aviador) van por la quinta: The Wolf of Wall Street, donde el actor interpreta a Jordan Belfort, un magnate de los negocios que encontró su fortuna manipulando el mercado de las acciones. La historia basada en las propias memorias de Belfort ha puesto a cargo del vestuario a Sandy Powell (diseñadora de otras tantas cintas de Scorsese) quien ha revelado algunos secretos de la confección del vestuario y el Styling realizado para revivir el Wall Street de los años 90.
Los trajes de dos piezas son el conjunto fundamental de la película. Corbatas con estampados extravagantes, polos Ralph Lauren y Tacchini, relojes, cadenas y brazaletes de oro, todo según revela Powell, indicador del obvio gusto de un nuevo rico de los 90 con el único objetivo de hacer que los demás vean su riqueza en su forma de vestir. Y es justamente aquí donde radicó la ideología base del diseño hecho por la Powell para Scorsese en este film: la construcción de un mal gusto costoso. Los trajes por ejemplo debían parecer hechos en Saville Row a medida perfecta, pero la forma de llevarlos es lo que le quitará cualquier rastro de elegancia.
Matthew McConaughey, Margot Robbie y Jonah Hill completan el elenco de esta película que pretende retratar la vida de drogas y fiestas de los nuevos ricos de New York y como su manera de vestir y mostrarse al mundo pretendían nada más que reflejar su ascenso al poder monetario.