Corrían los años ’80 y la llamada princesa del pueblo, Diana de Gales, dejaba una estela de historias, inspiración y estilos que aparecían reproducidos en todas las revistas del mundo. Varias décadas después, su influencia en la moda y la capacidad para apoyar a marcas locales británicas también es reconocida, alcanzando incluso una exhibición en nuestro país a través del Museo de la Moda. Pero la marca norteamericana Rowing Blazers fue aun más allá: decidió inspirarse en la serie de sweaters y tejidos que llevó la fallecida Diana para lanzar una colección que les permitirá a todes sus admiradores y los amantes de la nostalgia a seguir su camino.
Hay todo tipo de historias en el cine, pero aquellas que incluyen subculturas, estilos e historias extraterrestres parecen ser más atractivas visualmente. Así lo comprobamos con Liquid Sky (1983), una película ochentera que no solo muestra cómo era la bohemia vanguardista de la era en Nueva York, sino también toda una intriga en torno a un platillo volador que se queda cerca de un departamento donde vive la protagonista, Margaret, cuya actriz Anne Carlisle también resulta ser el protagonista, Jimmy.
“Es muy lindo pero es muy triste que se siga cantando”, dijo Jorge González respecto al clásico de Los Prisioneros “El baile de los que sobran” que se ha tomado las marchas y manifestaciones como un himno espontáneo, creado en plena dictadura en Chile hace más de treinta años y que ahora regresa a acompañar el movimiento social que vivimos actualmente. Porque si algo se ha utilizado también dentro de cada protesta es la música, aquella que acompaña a distintas generaciones y que de alguna manera, se relaciona con el sentir colectivo. Y gracias a esa persistencia, ayer Los Prisioneros inauguraron el sitio web Planeta Prisionero, donde además de reunir material audiovisual, mantienen una sección donde publican mensajes que llegan de todos lados, muchos de los cuales se relacionan con la crisis.