Cuando los punks emergieron como subcultura reinante de los subversivos años ’70, apelaron a símbolos que fueron distorsionados en su estética: desde la exaltación de os falso a través de sus cabelleras teñidas, pasando por el desafío al orden y la autoridad en la ropa rasgada y las joyas con elementos comunes como afileres de gancho, cada una de las prendas que utilizaron eran metáforas de su inconformidad. Y una de ellas fueron los bototos, zapatos militares que en su look reflejaron esa imposición a la autoridad y que se adjudicaron nuevos significados en sus pies. Y a raíz de ello, la marca Dr. Martens se estableció como calzado oficial del movimiento, uno que en abril cumple 60 años desde su creación.