“Un grito que denuncia, mucho más que cualquier acto agresivo, una llamada de atención urbana llena de alegría, que deja en evidencia lo que producen los colores y la moda.” Decorar las calles a través de textiles, colores o tejidos, se ha vuelto una tendencia y aquí te mostramos porqué.
El término arte urbano o callejero, Street Art, hace referencia a todo arte que hace de la calle su lienzo. Ya no solo son graffitis y letras lo que encontramos en los espacios urbanos pues hoy se abre un nuevo espacio para los artistas textiles, tejedores y curiosos que buscan la reconstrucción de baches y grietas mediante piezas de color. La intención de los representantes del Street Art es darle color a las calles, que suelen ser grises y aburridas. A su vez intentan transmitir la creatividad como un discurso libre y el arte fuera de los espacios institucionales.
Es así como hemos descubierto tres nuevas tendencias de moda en el arte callejero:
El Yarnbombing; forma de expresión artística que consiste en decorar mobiliario urbano como basureros, bancas, postes e incluso árboles con coloridos tejidos. A diferencia del graffiti, esta intervención se puede quitar fácilmente. Cualquiera puede ser parte de este movimiento; en Chile la tendencia se hace presente gracias a Lana Attack.
Dispatchers Worldwide; éste es el movimiento que repara y reconstruye huecos en banquetas, barandales y muros con pequeñas piezas de colores, con la ayuda de cientos de manos voluntarias alrededor del mundo. Su último proyecto fue reparar muros y veredas con las icónicas piezas de Lego. Cualquiera, desde su país y su ciudad, puede unirse al proyecto. En el sitio dispatchwork.com puedes encontrar un mapa interactivo con todos los puntos del globo terráqueo donde se han hecho estas intervenciones, desde Montreal hasta Nueva Zelanda.
La última expresión del Street Art ha surgido de la mano de Juliana Santacruz Herrera, que ha intervenido grietas y baches poco profundos en la ciudad de París utilizando trenzas de telas e hilos de colores sorprendiendo a turistas y a los mismos parisinos.
