Revolucionario de la fotografía, figura en sí misma de los ’60 y el Swingin’ London además de seductor y uno de los principales artistas modernos del área junto a Terry O’Neill y Brian Duffy. David Bailey no solo ha sido uno de los más grandes nombres de la fotografía en su historia, sino también un prolífico hombre que aún continúa trabajando en moda, cine y más. “Stardust” es el nombre de la exhibición que desde este 6 de febrero aterriza en Londres, base de sus inicios y centro de su encanto.
The National Portrait Gallery es el lugar encargado de recopilar las fotografías de Bailey bajo distintos estilos. De acuerdo al sitio web oficial, cada temática tendrá su propia habitación, dividida de acuerdo a las tecnologías exploradas en su trabajo, sus viajes fotografiando aborígenes, los artistas como Dalí y Warhol, además de otros íconos modernos en blanco y negro, sus cercanos más famosos y seductores –Jagger, Terence Stamp y otros-, las bellezas que ha conocido y un pasillo especial para The Rolling Stone, entre otros.
A diferencia de otras muestras similares, Bailey seleccionó personalmente cada fotografía. Reconocido por su personalidad única y un tanto exigente, el inglés ha explorado nuevos horizontes en la fotografía de moda gracias a ese carácter, el que le dio libertades suficientes como para cambiar el estilo de estudio y modelos rígidas por el de mujeres que vivían en acción de las calles, tal como su primera editorial para Vogue junto a Jean Shrimpton. No por nada el cine se inspiró en su personalidad y trabajo a través de “Blow Up” (1966).