Colaboración por Paulina Mardones
Cada punto cuenta una historia. Esa es una de las frases con las que se identifica la Social Enterprise Project (SEP), una marca de moda ética de Jordania que crea oportunidades de trabajo para refugiados. La empresa vende sus productos hechos a mano a boutiques de distintos lugares del mundo como París, Londres, Ginebra, Abu Dabi, Dubái, entre otros y también por internet. Se trata de accesorios de lujo que tienen colores, diseños y bordados que se inspiran en el arte islámico y árabe.SEP ha tomado en cuenta la realidad que hoy se vive en el territorio: en Jordania hay más de 30 mil refugiados provenientes de Palestina, la mayoría de ellos, viviendo en condiciones muy precarias. Por eso mismo, Roberta Ventura fundó la marca con el propósito de capacitar a mujeres en esta situación para que tengan la oportunidad de ser financieramente independientes.
Todas las mujeres y sin excepción, han pasado por un entrenamiento básico de uno o dos meses para asegurarse de que el trabajo que realicen cumpla con los estándares de calidad y diseño de la empresa. A la fecha, más de 500 refugiadas han sido capacitadas para crear productos hermosos que lleven la esencia de sus culturas.
Aunque no cuentan con un horario fijo, las mujeres no pueden trabajar más de cuatro horas diarias, para así, proteger su vista de la tediosa y desgastadora tarea del bordado. Además de comprometerse con las condiciones de sus empleados, SEP se identifica como una empresa eco-sustentable, ya que al realizarse la gran parte del trabajo a mano, el uso de maquinaria se reduce al mínimo. La marca además, promueve el reciclaje, le pide a los proveedores que eviten la utilización de colorantes con químicos y está siempre en busca de telas y materiales reciclados.
Fotos: SEP Jordan, The Guardian.