Especialista en tejidos y discípula de Tom Ford; esos dos datos han marcado la carrera de la diseñadora británica Clare Waight Keller, quien fue sorpresivamente la escogida para diseñar el vestido que llevó Meghan Markle en la Boda Real junto al Príncipe Harry este sábado. En la ocasión, el diseño sencillo y elegante acompañó el estilo de la nueva Duquesa de Sussex y hoy quisimos profundizar un poco más en la carrera de su creadora.
Clare fue una de las que ha marcado también la historia de la casa Chloé, la cual ha acogido principalmente talentos femeninos como Stella McCartney y Phoebe Philo. La diseñadora se graduó del Royal College of Art con un MA en Knitwear; para el año 2000, Tom Ford la reclutaría como parte de su equipo de confianza en Gucci junto a otros dos iconos del diseño, Christopher Bailey y Francisco Costa.
Junto a Pringle of Scotland, la diseñadora aseguró que su nombre fuese reconocido; le dio modernidad y nuevos aires a la marca el 2005, incorporándola a aquellas más “cool”. Pero el 2011 sería su consagración en Chloé; en la casa francesa, seguiría ideando vestidos y prendas deseadas, lo que la llevó en 2017 a reemplazar a Riccardo Tisci en Givenchy. Y su primer hito como Directora Creativa de esta casa, sería diseñar el vestido de la actriz Meghan Markle, ahora Duquesa de Sussex. La elección fue sorpresiva, considerando que Ralph & Russo era el nombre fuerte a considerar; pero ademas por toda la carga simbólica que muestra su sencillo y largo vestido, el cual acompañó con una tiara de la Reina Mary de 1953. “Quisimos crear una pieza atemporal que pusiera énfasis en los códigos de estilo icónicos de Givenchy a través de la historia, al mismo tiempo incorporando una silueta moderna y cortes agudos”, declaró Waight Keller en una entrevista. También aseguró estar orgullosa de ser escogida para la ocasión, “y muy agradecida de Meghan”, remató.
Fotos: Zimbio, W, Vogue.