Ahora que usar pieles auténticas no es políticamente correcto, algunos proveedores de insumos para la industria de la moda en Canadá y Estados Unidos están haciendo algo feroz:
matan perros y gatos callejeros, les sacan la piel, la tiñen para que se vea falsa y luego la venden como piel sintética. La piel más solicitada es la de pastores alemanes. Y los consumidores, por supuesto, ni nos enteramos.
El dato se lo escuché a Regina Root, expositora del congreso Ixelmoda, en Cartagena de Indias. Perdonen que cite a cada rato lo que ahí escuché, pero es que la información está demasiada jugosa! Y sólo divulgando este tipo de cosas se puede combatir la falta de transparencia.