Su cabello perfectamente delineado en una melena moderna que hasta el momento aun inspira; largos vestidos de noche con delgados tirantes que representan un giro disco a la tendencia de los años ’30. Así llegaba Elvira Hancock, la rubia de “Scarface” (1983) a presentarse en la pantalla, todo mientras seducía a Tony Montana (Al Pacino), quien se desvivió por cortejarla hasta que se casó con ella. Elvira y su estilo, interpretada por Michelle Pfeiffer, es nuestro personaje favorito de hoy.
Pfeiffer comenzaba poco a poco a asomarse en Hollywood acompañada de una belleza que pronto llamó la atención de muchos. Pero un paso por la desastrosa “Grease 2” en 1982, nunca anticipó lo que vendría para ella. Brian de Palma decidió hacer un remake del clásico de los años ’30, “Caracortada”, sin saber que se transformaría en una película de culto. Gángsters modernos que tratan de cumplir el sueño americano en Miami de los años ’80, equivalía a contribuir a la fiebre del género que luego se trasladó a la pantalla chica con “Miami Vice”. Tony Montana o Al Pacino llevaba un estilo de vida opulento, acompañado de excesos y vicios que también eran representados a través del personaje de Elvira, quien luego sería su esposa.
Patricia Norris, la vestuarista nominada en varias oportunidades al Oscar, se encargó de darle a Hancock el toque Halston que necesitaba para aquella década. Justo cuando el estilo de vestidos slip y brillos se tomaban las pasarelas con el diseñador norteamericano, Elvira representó ese look las 24 horas del día gracias a su posición como esposa de uno de los más poderosos hombres de Miami. Para la pantalla, Pfeiffer mezcló el estilo, la personalidad y actitud de divas como Jean Harlow y Rita Hayworth, todo para inmortalizar a uno de los personajes con más estilo e influencia que hemos visto en el cine.
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