La mujer se convirtió en una heroína, un alien seductor a través de sus diseños. Su poder fue más fuerte que nunca y todos los detalles creados por sus propuestas lo marcaban: desde las grandes hombreras y las figuras de triángulo inverso, hasta los desfiles donde nunca faltó teatralidad y sexo. Thierry Mugler fue mucho antes que otros el encargado de transformar la moda en un lugar de fantasías y destape y por primera vez luego de muchas décadas, una exhibición completa estará dedicada a su nombre en el Museo de Bellas Artes de Montreal. Para celebrarlo, recopilamos algunos de sus mejores momentos sobre las pasarelas.
La mujer robot. Influenciado por “Metropolis” de Fritz Lang, Mugler lanzaría en 1995 una colección dedicada a los robots, siempre respetando las curvas femeninas y realzándolas con ayuda de metal dorado y trajes que quedarían para la posteridad, siendo imitados por muchos diseñadores como Versace y Dolce & Gabbana pero nunca igualados, por supuesto.
Insectos femeninos. Mugler nunca temió transformar a la mujer en un ser extraordinario, que derribaba límites de siluetas pero nunca perdía su encanto. Para ello, transformó a algunas modelos en seres de ciencia ficción y derechamente insectos –como en su colección de 1997-, para la cual puso alas y tocados exagerados sobre la pasarela.
Modelos de todas las edades. Mugler fue uno de los primeros en no preocuparse por edad y otras características de las modelos al incluirlas en sus shows, mucho antes que se instaurara esta diversidad actual. Jerry Hall y Marie Helvin, iconos de los ’70, caminaron a fines de los ’90 con sus trajes en París, convirtiéndose incluso en sus musas; hasta Carmen Dell Orefice, antes que volviera a aparecer en la escena, formó parte del grupo de modelos favoritas del diseñador nacido en Alemania.
Glamour clásico revisitado y destape. Mugler siempre se inspiró en la silueta más fuerte de los años ’40 y ’50: chaquetas y trajes ajustados de hombreras marcadas, silueta ajustada, sombreros grandes y largos guantes. Además, la mujer seductora del cine también estuvo presente en sus diseños de noche. Así, vimos desde toques de Adrian hasta Veronica Lake en sus colecciones, además de una mirada a ese famoso traje de Guy Laroche para Mireille Darc, con espalda muy escotada.
Celebridades. La reina de la escena neoyorquina de los ’80, Diane Brill; Kabuki, el club kid/maquillador estrella; Diana Ross, la reina disco y R&B; Edwige Belmore, la chica punk con estilo; Julie Newmar, una de las primeras Catwoman y hasta Michael Hutchence junto a Helena Christensen caminaron por las pasarelas de Mugler. El diseñador nunca temió en combinar moda y farándula, pero de una manera que impactó visiblemente en el espectáculo de los shows posteriores.
Too Funky. Cuando en 1990 George Michael lanzó “Freedom” junto a supermodelos, no hubo vuelta atrás: sus videos fueron para siempre icónicos. En 1993, el disco “Red, Hot + Dance” tenía su canción Too Funky, para la cual convocó al diseñador Thierry Mugler para dirigir el video, vestir a sus musas y ponerlas sobre una gran pasarela. Allí mismo vimos varios hitos de su carrera aparecer de la mano de Linda Evangelista y Tyra Banks.
El futurismo de los ’80. En 1979, Mugler ya lanzaba sus reconocidos trajes metalizados con aires futuristas, modelos que incluyeron desde trajes pantalón hasta vestidos que después mutaron en trajes semejantes a los del caparazón de insectos.
Más allá del diseño. El francés fue uno de los que experimentó tempranamente en su carrera con la fotografía de sus propios diseños, así como hoy lo hace Karl Lagerfeld. Para ello, mostró un estilo cercano a lo que hizo Leni Riefenstahl: grandes escenarios, culto al cuerpo, uno que luego veríamos con Herb Ritts en lo más íntimo de la anatomía humana.
Fotos: Runway, www.martiriosway.com.
