Londres y Nueva York destacan como epicentros donde las subculturas de diferentes décadas explotaron y se colaron al resto del mundo. Sin embargo, Tokio es también una rica cuna de tribus urbanas y mezclas culturales donde se erigen los mori kei, una de las menos coloridas. Los mori kei rinden culto a lo natural gracias a su amor por los bosques, permitiéndose vivir como si estuvieran en lugares encantados bajo los árboles.
Una de las características más fuerte de los mori kei es el vivir lejos del típico patrón estético hiper sexualizado. Aquí no hay escotes o mini faldas, ni cultos al machismo; los mori kei viven con ropas relajadas, muchas veces tejidos de texturas y colores cercanos a los tonos tierra y también muchas veces con detalles victorianos. Blondas y encajes completan la visión, cuyos primeros pasos aparecieron en el 2007.
A través de esta tribu urbana, occidente también se mezcla en la ecuación; los mori kei aman Escandinavia y piensan que ese lugar es uno de los ideales para vivir. Las chicas mori kei a veces parecen vivir fuera de este tiempo, pues a diferencia de la mayoría de quienes vivimos rápido e inmersos en la rutina, ellas se esfuerzan por disfrutar todo de manera lenta y además, apreciar los objetos, barrios y ropa antigua.