Espínola Company ha sido una de las marcas chilenas más consistentes de todas. Siempre desarrolla colecciones, integra temáticas sociales y políticas del contexto y además viste a personalidades tan importantes como Juanita Parra. Ahora, su creador Juan Pablo Espínola quiere marcar una nueva etapa donde son varios los puntos que confluyen en la Arquitectura, su profesión: Espinola tendrá su primera colección con venta online internacional mientras el diseñador lanzará @arquitextil.ing, una cuenta de Instagram donde quiere discutir la relación anterior junto a sus seguidores.
“El campo de la Arquitectura tiene que aprender de la moda, ya hace algunos años Herzog & De Meuron le dijo a la diseñadora Miuccia Prada que Arquitectura toma cinco años; en moda, algo increíble se puede realizar en sólo 24 horas”. A su vez, los arquitectos tienen que entender que están diseñando para un nuevo tipo de civilización: gente veloz, migrante y dinámica, donde lo “para siempre” no es la respuesta, o donde soluciones sin programas flexibles son edificios anacrónicos.
Tengo una visión textil de la arquitectura y creo que es vital para el desarrollo de la vida civilizada. Mi teoría es que la arquitectura nació a través de los textiles. Ahora, no es un invento mío; muchos teóricos se han acercado a este pensamiento como Gottfried Semper o Frei Otto y es bastante verificable en, por ejemplo, una de las primeras expresiones de utilización de pieles, como fue matar al animal para utilizar su piel no solo por una necesidad térmica, sino para obtener sus ‘poderes protectores’ y de la misma manera, en las típicas casas aborígenes norteamericanas llamadas ‘tipi’, el textil era parte de su hogar, configurando no solo una dimensión física de espacio, sino una entera cosmovisión de pueblo en torno al textil. Lo que llamo ‘escalas de habitabilidad’, en donde primero cubres el cuerpo y luego el cuerpo es cubierto por una delimitación llamada espacio, llamada arquitectura. Es algo que me emociona y me gusta
desarrollarlo.
Compartir teoría, referentes y casos, es una manera de difundir esta vinculación moda- arquitectura y creo que es importante para comprender el futuro al que estamos yendo; el printor austríaco Hundertwasser, decía que la vida se centra en cinco pieles: la epidermis, la ropa,
el hogar, el entorno social-identidad y el entorno mundial. Yo siento que cada vez esas pieles se
están transformando en una, donde gente desplazada puede llevar como chaqueta un objeto que
luego se transforma en carpa y habitan un cuerpo y luego un espacio, o cuando la evolución
artística ya no es concreta. Claramente no existe ningún artista avant-garde, sino que las mayores obras de arte de nuestro siglo ahora son multimedia, no pertenecen a esta dimensión, y nos invitan a entrar a un mundo que, curiosamente, no tiene arquitectura ni ropa definida como la
conocemos. Estructuras inflables, que son textiles al final del día a través de arquitectura
neumática, duran una semana y desaparecen por completo, como sucede en ciudades como Los
Ángeles o Tokio, o más cercano aún, las impresiones 3D – que honestamente, todavía no me
convencen en un cien por ciento –, pero la verdad es que todo eso se está presentando como la
definición más cercana de futuro. La levedad material se está transformando en el entorno de
desenvolvimiento de la vida humana y de las artes, por supuesto.
Siento que, desde hace un tiempo, se ha moldeado mi carácter entre arquitectura y moda; quiero en ser ojalá lo más crítico e insoportable posible, y la verdad es que ha sido así, ya que siempre hay algo de provocación en lo que hago. En Arquitectura, por ejemplo, estoy a favor de la configuración espacial que han desarrollado los vagabundos; lo celebro y lo tomo como el futuro de la nueva vivienda, de la cual siento que tenemos que aprender. La futura colección cápsula internacional de Espínola está inspirada en los documentos censurados desclasificados de la Agencia Central de Inteligencia, que básicamente es una forma de provocar y visibilizar, pero también, invitar a descubrir todo un ejercicio intelectual que hay detrás.
Creé Instagram.com/arquitextil.ing (@arquitextil.ing) porque es mi red social preferida y gran
parte de lo que hablo es fácilmente descifrable a través del lenguaje visual, que es lo que
predomina. Además, te obliga a desarrollar un texto amable de lectura rápida, sin pretensiones,
con posibilidad de discusión y difusión. Creo además que Instagram te permite volver un poco al
concepto de periodismo noticioso que siento que hace falta y que me lleva a un área un poco
nostálgica, en donde uno tenía que ser conciso, con capacidad de edición. No ahora las noticias
que con suerte saben que es un párrafo y son enormemente largas. Nadie sabe editar actualmente, porque confunden eso con autocensura y creo que demostrar conocimiento es
comunicar con humildad y palabras adecuadas.
Según mi opinión, tenemos que entender que estamos en un periodo de la humanidad en torno a
la ‘modernidad liquida’ citando a Zygmunt Bauman, en el cual, es la sociedad la que le pide a
ambas disciplinas respuestas de diseño diferentes a lo que llevamos haciendo, frente a sociedades que son cada vez más cambiantes y migrantes. Que estas disciplinas acojan, en ambos casos, procesos que son dinámicos, flexibles e interactivos. Lo estático e inamovible simplemente no corresponde a los tiempos en que estamos viviendo; es una idea romántica que se intenta defender pero que no corresponde hacia dónde va el mundo. Movimientos aparentemente sustentables pueden ser absolutamente dinámicos, rápidos, plásticos y contemporáneos y no la respuesta obvia en que todo es color tierra y que reine una falsa amabilidad. Como también, en edificios que simplemente ya no tienen razón de ser para durar más de 20 años y sin ningún grado de adaptabilidad programática o visión de futuro. Y no hablo de generar cosas desechables o generar más y más basura, si no de propiedades transportables, utilizables, personalizable, responsivas, inflables y un montón de calificativos de diseño a los que nos tenemos que acercar y que si creo que es verdadera sustentabilidad”.
Fotos: Espinola.