Parece ser el actor más entrañable de la actualidad. Sus entrevistas, donde ha dejado ver que es un ser solitario, generan la más grande ternura de Internet, así como sus imágenes comiendo solo, descansando en las calles y paseando con sencillos pero siempre estilosos atuendos. “Sad Keanu” se convirtió incluso en un meme, uno que trasciende la gran pantalla y mantiene el encanto y estilo de este actor que ha encarnado tantos roles distintos como aquellos que recordamos.
Chevalier Danceny en Relaciones peligrosas (1988): Fue uno de sus primeros roles taquilleros, en una recordada cinta de época que mostró su inocencia y dulzura, otra faceta en los roles que han marcado su carrera.
Ted en Bill & Ted’s excellent adventures (1989): El papel más lúdico de su carrera, donde interpretó a un adolescente que viaja en el tiempo junto a su amigo Bill incorporando varios elementos históricos para la risa.
Bodhi en Punto de Quiebre (1991): Su lanzamiento definitivo al estrellato. Aquí era un detective joven que se hace pasar por un surfista para desbaratar una banda de ladrones que vivía en base al peligro.
Scott Faver en My mundo privado (1991): Una de las relaciones que marcaron la carrera y la vida personal de Reeves fue la que tuvo junto a River Phoenix a partir de esta película, una cinta llena de adicciones y problemas.
El rol estilo James Dean en el video Rush, Rush de Paula Abdul (1991): No fue una película, pero su aparición en este video tomaba nota directa y homenajeaba el rol de James Dean en la película Rebelde sin Causa, donde Abdul era la estrella estilo Natalie Wood que se enamora del outcast.
Jonathan en Dracula (1992): La versión de Francis Ford Coppola calcada del libro de Bram Stoker, tenía a Keanu como el inocente novio de Winona Ryder que cae en las redes del temido vampiro más famoso de todos.
Pequeño Buda (1993): Aquí pudo trabajar con Bernardo Bertolucci, exprimir su mezcla ancestral llena de distintas culturas y aparecer con un look mucho más exótico a lo que estábamos acostumbrados a verlo.
Jack en Speed (1994): Fue su puerta de entrada a las cintas de acción, otra rama del cine que le ha rendido frutos y que lo llevó más tarde a varios éxitos de taquilla.
Kevin Lomax en El abogado del diablo (1997): Una incursión inusual y oscura, que por supuesto se vio complementada por el gran trabajo de Al Pacino.
Neo en Matriz (1999): Cuando nadie lo esperaba, Keanu encarnó a un particular personaje en una aun más particular historia de ciencia ficción que marcó definitivamente a una generación y tuvo otras cintas.
Nelson en Dulce noviembre (2001): La historia romántica que lo llevó a divagar en ese género y que tuvo como contraparte a Charlize Theron. Un remake de una historia protagonizada en los ’60 por Sandy Dennis.
Alex en The lake house (2006): La historia de amor que trasciende épocas donde volvió a juntarse con Sandra Bullock, su co protagonista en Speed.
John Wick (2014): La historia que lo tiene hoy como protagonista de otra saga, una donde la venganza es el motor principal y las muertes se despliegan a lo largo de la historia.
Keanu en Quizás para siempre (2019): Es un cameo pero uno muy divertido: Keanu se interpreta a sí mismo en la historia de amor de Ali Wong para Netflix recién estrenada.
Fotos: IMDB.