Hace unos días, diferentes medios como el New York Times comenzaron a prestarle atención a un nuevo emprendimiento que viene directamente desde el corazón más hipster de Brooklyn. Allí en el barrio de Williamsburg, una empresa bajo el nombre de los hermanos Bindle comenzó a ofrecer bolsas de género en distintos estilos amarradas a un palo, algo que a los latinoamericanos nos lleva directamente a imaginar el look Chavo del 8. Pero además, cada producto cuesta entre U$80 y más de 200 dólares, una cifra que a muchos los llevó a cuestionarse dónde se mantenía el límite entre la fiebre por lo natural y el imaginario más ridículamente hipster. Y allí es cuando conocimos que The Bindle Brothers es una cuidadosa parodia de lo último.
“No puedes solo amarrar una bandana a un palo y salir a la aventura; necesitas un equipo de talentosos creativos que de con los mejores modelos”, señala en uno de los apartados de su sitio web esta empresa ficticia. Josiah y Dusty son los dos “diseñadores” tras la marca, quienes llevan un look muy cercano a los leñadores que arrasaron con la estética hipster de mediados de la década del 2000. Camisas a cuadros, suspensores, lentes y por supuesto barbas frondosas que indican que lo suyo es el camino a revivir los valores del pasado, esos que basaron el trabajo en la naturaleza y así llegaron al lema de la empresa: “Locally-grown, naturally-fallen, artisanal bindle bags” (Cultivado localmente, caído naturalmente, bolsos con palos artesanales).
Esta farsa comercial se ha transformado en el último hito que proviene del barrio neoyorquino. Fue creada por Kemp Baldwin, un comediante que se preocupó de hasta el más mínimo detalle incluyendo sitio web, videos, reseñas comerciales y también, hasta la venta real de distintos modelos de bolsos con palos. Está el kit de principiantes que cuesta U$80 dólares, pasando por el modelo doble Twindle in Pink que se mantiene agotado con un costo de U$265 dólares, hasta otros diseños como el Kindle, confeccionados para llevar un libro o un Kindle. La curiosa oferta de los Bindle Brothers ha dado frutos; mientras muchos se preguntaban si era real, este emprendimiento se ríe de aquellos que proliferan en Brooklyn ofreciendo productos naturales a precios exorbitantes, marcas con logos que apelan a lo más tradicional y otros detalles que han convertido al culto en lo vintage en un negocio que bordea lo ridículo.
Fotos: Bindle Brothers, New York Times.