Desde el domingo 03 de julio hasta el viernes 08, París es nuevamente centro de atención gracias a su tradicional semana de la moda de Alta Costura o Haute Couture, una de las más esperadas de todas. Porque en estas fechas, se concentran los mejores esfuerzos, las fantasías más dramáticas y los detalles más laboriosos de algunos de los diseñadores que integran la Chambre Syndicale de la Haute Couture, entidad encargada de dar el visto bueno cuando se trata de obtener el preciado título que muchos utilizan sin el peso adecuado.
Ulyana Sergeenko mostró como siempre prendas imperiales que mezclan su propia tradición rusa con la idea de elegancia. La siguió el desfile de Guo Pei, la diseñadora china que ganó relevancia por sus dramáticas creaciones y por vestir a Rihanna en la gala del MET 2014. Como siempre, la opulencia de su artesanía fue la protagonista del impacto que provocan sus piezas. Atelier Versace consiguió mostrar un poco más de frescura y menos mezcla de atrevimiento que en otras ocasiones, pero Vetements fue más allá y unió marcas de distintas facturas para acomodar un show ganador y acorde al concepto de Demna Gvasalia.
Schiaparelli y Bertrand Guyon jugaron con detalles surrealistas pero ahora, se expresó mucho más la visión del diseñador que la reinvención de claves del archivo de la propia casa. Iris Van Herpen mostró más del oficio que la consagró como una revelación hace unos años atrás, algo que también confirmó Georges Hobieka con su destellante alta costura llena de flores y trajes de brillos.
Fotos: Vogue.