La mayoría de las piezas de joyería famosas o aquellas que destacaron al ser llevadas por figuras como Elizabeth Taylor y Sophia Loren, provienen de marcas como Bvlgari, Damiani o Chopard. Sin embargo, cuando los diseñadores debían complementar sus colecciones en pasarela por allá por los ’60, recurrían a dos artistas del rubro: Lyda Toppo y Bruno Coppola. Esta dupla es la que aparece a través del libro Fashion Jewels del año 2010, recopilado por Deanna Farneti.
Balenciaga, Valentino, Dior y Pucci son solo algunos de los grandes nombres que trabajaron con esta dupla reconocida por sus piezas únicas llenas de fantasía. A diferencia de otras marcas u orfebres que se centraron en la espectacularidad del oro o de grandes piezas de colores, Toppo & Coppola crearon collares, pulseras y aros con pequeños cristales coloridos que dieron forma a nuevas maneras de dar cuenta del lujo. Coppola e Toppo se formó legalmente como dupla y marca en los años ’50, permitiendo que el gusto y camino artístico tomado por ambos en sus carreras se uniera para dar vida a nuevas piezas.
La autora Deanna Farneti fue la responsable de revivir la magia que mantiene el legado de la dupla. A través de una subasta que tomó lugar en 1987, Farneti se dio cuenta de la originalidad de las piezas, recopilando así la información necesaria para que su libro apareciera el año 2010. Páginas en la revista Vogue, piezas que Toppo creó para Elsa Schiaparelli y mujeres famosas como Marella Agnelli y hasta princesas llevando sus piezas, fueron solo algunos de los pasajes destacados de esta publicación, que busca rendir un merecido homenaje a parte de la historia del vestuario a través de sus complementos.
Fotos: Rubylane, Officina Libraria, Pleasure Photo, Flickr.