Una bruja al estilo de El mago de Oz con un look compuesto por varios diseñadores. Ropa de zumba con marcos de cuadros antiguos en polerones. Locura total en la pasarela con materiales poco convencionales. Así es el mundo de Rottingdean Bazaar, una marca que no solo se dedica a sacudir convenciones tradicionales del vestir en general, sino también aporta lo suyo al mundo de los accesorios, Dirección de Arte en editoriales y pasarelas además de Estilismo. Con James Theseus Buck y Luke Brooks tras Rottingdean, la semana de la moda de Londres en versión masculina nunca más fue lo mismo.
Buck y Brooks lanzaron su marca a fines del 2015, con un proyecto llamado “Badge Taste”: chapitas que contenían condones, bichos aplastados, cigarros apagados y más elementos. L dupla se conoció luego de estudiar en Central Saint Martins, el prestigioso lugar de donde se graduaron. “Tiendo a sentirme atraído hacia personas con un estilo maníaco expresado en sus rutinas”, aseguró Luke en una entrevista con i-D. Pero el 2016, su nombre explotó: fue ese año cuando Fashion East, la organización sin fines de lucro que ayuda a marca emergentes a insertarse en el circuito, los seleccionó y mostró con la colección S/S 20017. La línea de polerones y poleras adornados con globos, platos de cumpleaños y diversos estampados, alcanzó notoriedad a través de publicaciones como Vogue, i-D y más. Así, Rottingdean Bazaar explotó.
Esta temporada, el duo presentó su colección S/S 2019 en plena London Fashion Week Men’s, bajo el grupo Man, un espacio patrocinado por Topshop. Los modelos aparecieron el domingo 10 de junio con pancartas y trajes que por supuesto trataban de ir más allá del límite de la locura, un estilo que no solo une lo andrógino, el no gender y todos los conceptos que acaban con el binomio sexual; para Rottingdean Bazaar, acabar también con la percepción clásica del vestir es una misión. Y en el camino, ya han enlistado a fans como Rita Ora, quien dejó perpleja a la prensa cuando apareció cantando con un atuendo S/S 2018 de la marca donde una herramienta de jardín era un collar.
