Otra era: John Galliano F/W 1997
Nicolas Ghesquière estuvo al mando de Balenciaga durante 14 años, logrando dejar su huella en estética y pasarelas. Lo mismo pasó con John Galliano en Christian Dior, quien a pesar de la diferencia de tono en el estilo, logró hacer maravillas durante esos años. Pero carreras como éstas ya no se volverán a repetir; el oficio del Director Creativo, el dueño de la mirada que ejercen todas las líneas sobre una marca o casa determinada, está cambiando al igual que otros oficios de la modernidad. En un mundo donde estamos acostumbrados a trabajar de manera más independiente, sin hacer carrera en una empresa como en antaño, se replica el modelo en la industria de la moda; casi cada dos semanas, se anuncia la salida de algún diseñador, lo que junto a otras características, han llevado a la moda a agonizar y lentamente morir para mutar en otro tipo de estado.
Lo que quedó de Carven con sus últimos directores creativos
Este lunes en la mañana, la guillotina pasó por Alexis Martial and Adrien Caillaudaud, la joven dupla creativa a cargo de darle un empuje a Carven, marca que había sido revitalizada por Guillaume Henry hace un par de años. Martial y Caillaudaud habían sido contratados el 2015 y anunciados con bombos y platillos, como siempre en este tipo de casos. Alcanzaron a mostrar algunas prendas memorables como las parkas de alta moda o los vestidos retro de estampados, pero no fue suficiente para quienes manejan la casa. Por otra parte, uno de los candidatos más perfectos de los últimos años para Roberto Cavalli, Peter Dundas, pasó de ser el héroe de Pucci al rechazado de la casa italiana en cuestión de pocos años. Su toque nunca despegó en Cavalli y después de poco más de 4 temporadas, fue despedido. Así, entre la bienvenida y la despedida, algunas marcas toman medidas que se supone ayudarán a impulsar el valor más importante para ellas: las ventas. Y con eso, llegamos al see now-buy now de Burberry, Tommy Hilfiger, Tom Ford y quizás cuantos otros más.
Peter Dundas con Caroline Trentini en Pucci y una de sus propuestas para Cavalli
¿Qué hacer en caso de la desaparición de un modelo y el desarrollo de otro? Se pierde el romanticismo, la esencia creativa inicial, las ganas de ver la propia evolución de la mano de un joven creativo. Se gana una respuesta más rápida, adecuada a la mentalidad Fast fashion que exige el público actual y un camino libre de pausas de acomodamiento. No hay respiración para los procesos ni entrega por parte de los diseñadores, el estrés se toma completamente sus vidas y así lo hemos visto durante momentos de la gran pantalla: Raf Simons llorando desconsolado en “Dior and I” cuando debía presentar su primera colección para su ex casa, mientras las celebridades son grito y plata en la alfombra roja del MET a través de las escenas de “The first monday in May”, la cara más conveniente de esta misma industria. Si la moda murió, el see now-buy now aterriza para acelerar la adquisición de cualquier prenda y la creatividad se deja completamente de lado, tendremos que esperar un poco para ver lo que resulta de esta nueva etapa. O simplemente, empujar a los creativos reales a imitar a Azzedine Alaïa y dar cuenta de un universo propio donde lo económica no sea el punto de partida y llegada de todo.
Fotos: FashionUnited, Senatus,