Deslavada, poco glamorosa y apagada en comparación a cualquier otra alfombra roja de la que hayamos sido testigos. Los Emmy 2014 mostraron la clásica llegada de las actrices con sus mejores atuendos, solo que esta vez parece que se conformaron con lo que quedaba en las tiendas y lo que algunos diseñadores pudieron prestarles.
Como en cualquier ocasión especial, algunas destacaron de manera positiva, dejando en claro que se puede ser original cuando se trata de una premiación televisiva. Gwen Stefani vistió de Versace compuesto de cristales Swarovski; una embarazada Hayden Panettiere llevó un plateado vestido de Lorena Sarbu y la eterna Julia Roberts dejó ver sus piernas con un metalizado Elie Saab. Kiernan Shipka, la pequeña niña de Mad Men, se mantuvo elegante con un delicado vestido en plata, mientras las protagonistas de Orange is the New Black tenían todos los ojos puestos en ellas: Laverne Cox fue de elegante y sencillo blanco, mientras Yael Stone y Lea DeLaria impactaron con un estilo masculino/femenino que implicó algo más de vanguardia. Y si hablamos de riesgos, por lo menos Lena Dunham se esforzó y sacó uno de los originales trajes de Giambattista Valli de falda colorida y blusa blanca.
Pero las decepciones fueron fuertes: Claire Danes llevó un Givenchy hecho a su medida que nada tenía del encanto original de Riccardo Tisci; Kerry Washington también le pidió a Prada un vestido especial cuyo color y diseño tampoco le sacaron el mejor partido. Y Laura Prepon, Christina Hendricks y Amanda Peet fueron solo algunas de las que se equivocaron en forma, volumen y color, añejando incluso sus estilos para una alfombra roja que pasó sin pena y ni gloria.
Fotos: Zimbio, Harper’s Bazaar España y refinery29.com