La extravagancia de Bob Mackie

La extravagancia de Bob Mackie

En 1987, la cantante y actriz Cher ganó un Oscar por su actuación en la película “Hechizo de Luna”. Con el triunfo, se convertiría en una de las pocas artistas musicales que consiguieron con éxito su traspaso al cine, como Barbra Streisand o Liza Minelli. Y a pesar del triunfo, la emoción y el discurso, lo que más llamo la atención fue el vestido que utilizó la cantante: negro transparente, con brillos y un tocado de plumas que combinaba a la perfección con el resto del traje. “Las mujeres que llevan mis vestidos esperan ser notadas”, asevera Mackie, y vaya que si lo son. Diana Ross, Bette Midler, Elizabeth Taylor, Joan Collins, Debbie Reynolds, Madonna, Sylvie Vartan, Liza Minelli y Tina Turner, entre muchas otras estrellas, formaron parte del círculo de amistad y clientela que el diseñador norteamericano mantuvo por largo tiempo entre los ’60 y los ’90.

En una época donde el lavanda, el crema o los trajes minimalistas tipo Calvin Klein abundan en las premiaciones, los vestidos de noche de Mackie parecen sacados de cualquier revista de Broadway o Las Vegas, pero su fama radica principalmente en eso; se atrevió a vestir a sus clientas de acuerdo a cada personalidad, e impulsó las semi transparencias como forma de engalanar un vestido para los Oscar. De no ser por él, Rose McGowan no habría llevado el tan comentado vestido transparente cuando fue con Marilyn Manson a los MTV Movie Awards de 1998. Mientras Diana Ross llevó sus vestidos emplumados y las lentejuelas de colores en plena época de The Supremes, Cher se convirtió en la musa más famosa de Mackie, llevando durante toda su carrera las extravagancias más originales y apropiadas para una diva como ella. Desde el enterito con brillos y plumas blancas de la portada de la Time en 1975, hasta el traje de peto y falda negra brillante con sombrero de plumas de los Oscar 1986.

El llamado “sultán de las lentejuelas” también se dedicó a vestir a Carol Burnett mientras grabó su famoso show televisivo, y también a Whitney Houston cuando estaba en la época de gloria. Una de sus creaciones más recordadas fue la que llevó Madonna en los Oscars 1991, donde asistió del brazo de Michael Jackson en pieles a lo Marilyn Monroe. Y aunque hoy las famosas ya no se atreven con tanto brillo y glamour, algunos de sus modelos han regresado de la mano de Rachel Griffiths, Eva Longoria y sobre todo, Katy Perry, quien no pierde oportunidad de enfundarse en chaquetas de lentejuelas de colores, tal como las antiguas divas devotas del brillo. Pero también quedan las Barbies de Cher y Diana Ross, que todavía llevan los trajes del diseñador en estos tiempos.

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