La dupla creativa conformada por Claudio Paredes y Jonatan Barrera presentó el sábado pasado su colección Otoño Invierno en el Palacio Larraín. Después de “Insecto”, su primer trabajo, llegan con esta colección inspirada en seres mitológicos, habitantes del bosque, que son consumidos por la ciudad y obligados a vestir a la usanza urbana, pero conservando su esencia salvaje.
En esta su segunda entrega, los diseñadores dan un vuelco estético fuerte, apartándose de las líneas más simples y frescas de su primer trabajo, para dar paso a siluetas y formas más agresivas, pero no por ello menos femeninas. En ese sentido, la combinación de texturas y la inclusión de detalles le dieron a la pasarela un contenido dramático interesante.
Esta colección fue el debut de los diseñadores en la indumentaria masculina, la que encontró inspiración en el mismo tema antes mencionado. La colección de hombre estuvo un tanto más débil que la femenina, pero al menos conservó la estética macro de la pasarela, dándole coherencia al trabajo global.
En general, un buen e interesante trabajo, que llevó a buen puerto este concepto mitológico que permeó a la colección.
Fotografía: Lontano