Colaboración por Marcela Mayorga
Estamos en el 2017 y la tendencia es la no-moda, la que está hecha para humanos modernos, pensadores e intelectuales, en la era del video arte, del arte óptico innovador, donde la comunicación es más rápida y se vive en directo. Cuando vestimos dilucidamos arte. Si admiramos los detalles, las texturas y la naturaleza de los materiales, podemos ver y comprender donde estamos parados, el hoy.
Esto también lo retratamos mediante las pinturas, las fotografías o la lírica y la filosofía creando nuevos estilos que representan y reflejan a la sociedad que hoy conocemos. A nosotros mismos y nuestra identidad.
En este contexto de la nueva generación de hombres y mujeres contemporáneos, transgresores y artistas, nace Kostume (diseño en alemán). La tienda de ropa varias veces me sorprendió por sus cortes geométricos que parecen bloques de arquitectura moderna. En la casa matriz, me reciben Camila y Emiliano, una pareja que abrió su negocio en 2001 en Buenos Aires, Argentina.
Ambos son muy cálidos y con gran naturalidad me hablaron de su identidad. “Cada colección es inspirada en un concepto diferente”, “el diseño debe ser en base a lo no literal”, “La pieza se debe adaptar al usuario, no al revés”, dicen. Además, la pareja admiradora de la Bauhaus explicó que se basan en materiales orgánicos para realizar sus diseños: la lana, el algodón peruano, el lino, son algunos de los materiales que utilizan.
Cabe mencionar que han explorado otros rubros como la joyería, realizando trabajos en madera, metal y cuero. Les gusta mezclar lo rígido con lo ligero. Caracterizados por sus prendas oversize, Kostume hace sentir una vibración de goce, y de dedicación plena y apasionada en el trabajo. Podemos distinguir el arte en cada uno de los diseños. En Kostume se humaniza el legado ligero, casual, intelectual o espacial a través de sus diseños en escalas de negros y blancos, colores monocromáticos. Arte, fluidez, la dignidad de la tela transformada en angular.
Fotos: @cielolavergne.
Make Up: Rafaela Briceño.