Imágenes y texto por Andrew Meriño
Día viernes, es media noche y estamos parados afuera de la galería Alessandri del metro ULA, que hoy alberga a uno de los recintos íconos de la bohemia moderna, la mítica discoteque Blondie. ¿La razón? Ver en qué está el epicentro que recibe a cientos de personas cada fin de semana en una noche distinta a las demás, con la fiesta under Gotham True Vamps.
Lo primero que notamos apenas nos comenzamos a dirigir hacia la entrada del ex cine fue el uso casi obligado de bototos —con hebillas, plataformas de gran altura y materiales como cuero y charol—, el uso de cadenas y capas y capas de ropa negra como un código casi obligatorio para entrar. A esto se suman cabellos en tonos pasteles y largas sotanas negras que cubren inigualables looks. Desde la entrada, ya se escuchan los sonidos provenientes de la pista Blondie Old Wave, a cargo del Dj Rodrigo Mendoza, quien se encargó de hacer bailar con la nostalgia del new wave y brit pop a una masa de gente que siempre se movió con entusiasmo y sin miedo a los prejuicios.
El camino hacia el salón central —aquella noche bautizado como Midnight Room— estaba cubierto por una luz calipso, la que ayudó a destacar en el público el uso de arneses, ojos de contactos de colores, largas capas de ropa y mucho maquillaje elegantemente gótico. Ya en la pista, el DJ hace un repaso por bandas como And One, Nitzer Ebb, Das Ich y los bototos suenan fuerte en el piso, mientras la euforia del ambiente se percibe por cómo los asistentes se entregan a la música y mueven sus manos imitando algún hechizo de magia.
Durante la noche, también se realizo un desfile a cargo de Dement Bolsos, la marca de accesorios que presentó el lanzamiento oficial de su nueva colección “OBLIVION” junto a parte de los modelos de la web de Subcultura Erótica, Wizards. Además, también hubo exhibición de accesorios a cargo de 669 Designs y Ciento Catorce Serigrafía.
Imágenes y texto por Andrew Meriño