La belleza de una actriz puede convertirla en algo inolvidable, pero también los rasgos y el atractivo poco convencional. Eso es lo que pasó cuando la actriz española Rossy de Palma saltó a la escena, por allá a fines de los años ’80, cuando Pedro Almodóvar la incluyó en “Mujeres al borde de un ataque de nervios” de 1988. Así, de Palma se consolidó como musa del español y también de la moda, luego de ese primer paso por la gran pantalla.
Luego de aparecer en otras películas de Almodóvar como “Kika” (1993) o “La flor de mi secreto” (1995), la actriz llamó la atención del mundo de la moda, especialmente de aquellos diseñadores que siempre buscaron un look distinto y destacado. Thierry Mugler fue uno de ellos; el francés no solamente la vistió en ocasiones, sino también, la incluyó en el videoclip que dirigió para la canción “Too Funky” de George Michael en 1993, el cual incluyó un desfile de íconos y supermodelos como Julie Newmar y Linda Evangelista, entre otras. Jean Paul Gaultier también la considera una musa cercana; Rossy ha desfilado en varias de sus pasarelas, incluyendo la de primavera/verano este año. Assad Awad, Juanjo Oliva, Andrés Sardá, Charlie Le Mindú y otros, también la han tenido mostrando sus creaciones.
Rossy encantó también al público internacional cuando apareció en la película “Pret-a-Porter” (1994) de Robert Altman, la que pretendía convertirse en la gran sátira acerca del mundo de la moda. Aunque su éxito no dio para tanto, de Palma trabajó junto a grandes artistas y dio vida a uno de los personajes principales. Y por si fuera poco, las revistas también la han mostrado protagonizando editoriales: Schön! en Alemania, Kaltblut en España y por supuesto Vogue en Estados Unidos, en una movida digna de Diana Vreeland, quien hubiese amado exaltar las “imperfecciones” de la actriz en sus páginas.
Fotos: Zimbio, The Swelle Life, Schon, Bekia.