Desde hace varios años emergió como una promesa que ya se consolidó dentro del diseño nacional. Volcada completamente a transformar el horizonte tradicional de técnicas como tejidos, utilización de materiales locales y orgánicos además de mano de obra local, la porteña Pitti Palacios ha pisado suelos académicos e internacionales gracias a su atrevimiento. Luego de su viaje a Fashion Institute of Technology de Nueva York y antes de su charla de hoy contando su experiencia gracias al apoyo de la revista Ya y El Mercurio, quisimos saber más detalles como antesala de su conversatorio y también como una manera de reflexionar acerca de su propia historia.
– A través de tu trayectoria has demostrado que la tradición puede ser actualizada y reinventada. ¿Cómo supiste que querías seguir este camino en la moda chilena?
La verdad es que siempre tuve como conceptualizado el hecho de mantener una labor social dentro del diseño como primera instancia, lo que luego encontré en la artesanía. Cuando me topé con un proyecto de artesanía en la universidad dije “¡tate, este es mi nicho!” porque conocía las lanas, había trabajado con ellas porque mi mamá es muy amante de tejer y comprarlas en el sur. Visitábamos mucho los parques nacionales, los conocimos casi todos por lo tanto me hizo sentido ver a las hilanderas. El enterarme que estaban dejando de hilar, que quemaban sus hilos para que no se les pudrieran, que las nuevas generaciones no estaban hilando porque nadie pagaba este trabajo, me llevó a escoger esta temática como proyecto de título.
-¿Cuál es tu reacción cuando lees en diferentes medios que eres una precursora del diseño slow en Chile?
La verdad es que es una de las cosas que más me hace sentir orgullosa porque cuando partí sentía que estaba en un submundo donde no sabía si existían otros que estuvieran en lo mismo que yo; luego me fui topando dentro de mi generación con diseñadores muy estrategas de sus formas de trabajar el diseño y me di cuenta que no estaba sola. Si bien otros lo hacían de distintos modos y a través de distintas temáticas -como Juana Díaz con el tema de rehacer telas, la sastrería de Lechuga, el modo naif de Paula Román con Makinita de Coser o el moulage de Juan González-, esa generación eligió ir en contra todo lo establecido hasta ese momento y así encontré una causa justa en el modelo a elegir. Después me di cuenta que esa causa justa se daba en otros rincones del mundo como moda slow. También eso se relaciona con la característica de mi ciudad Valparaíso y su modo de vida, entonces que me mencionen de esa manera me da orgullo; también lo he aplicado naturalmente desde mi punto de vista como docente en DuocUC en Viña, porque desde que Sass Brown visitó nuestra escuela, posteriormente al lanzamiento de su libro Eco Fashion, se instaló esa mirada y así se me hizo mucho más fácil. Nos dimos cuenta con el equipo de profesores y el trabajo en conjunto que nuestro país puede producir una nueva mentalidad.
-Cuéntanos acerca de tu experiencia en el FIT en Nueva York, ¿cómo fue el recibimiento y lo que expresaron cuando mostraste los diseños nacionales que llevabas?
Mi experiencia en Nueva York fue fantástica, me hubiese encantado grabar toda la charla. Fue fantástica en el sentido en que estás en medio de Manhattan, todo está pasando y llegas con una maleta propia de conocimientos, de vestuario y diseñadores, contando la historia del diseño chileno que armé en más de un mes y medio. Ahí cuento cuáles son los nuevos diseñadores y fue muy bonita la recepción de la gente en el FIT, además de ver lo sorprendidos que quedaron, lo entusiasmados también que quedaron de venir a Chile. Nosotros ya recibimos una comitiva y dentro de ella venía el Director de Textiles de FIT, quien ya quiere volver a visitar tiendas de diseño y creativos, así que armamos una actividad para enero donde podrán ver muchos lugares con diseño local. Como ya habían visto imágenes que les había mostrado y habían conocido la profundidad con que se tratan las temáticas, quedaron genuinamente entusiasmados con el movimiento local y también globalmente, a propósito que Nueva York es una de las mecas del diseño como industria. Ellos tienen esa mirada que la globalización afectó negativamente a un montón de marcas que para nosotros son inalcanzables pero para ellos son medianas y solo quedaron grandes marcas ultra masivas, lo que provocó que varios diseñadores estén al borde de la desaparición, con originalidad propia. Por ello, refrescarse con moda y una con mirada profesional pero al mismo tiempo con identidad, fue algo que los impresionó muchísimo. Así que están esperando a estudiantes de intercambio y otras actividades para realizar pronto.
-Hoy se realizan varios trabajos colaborativos entre diseñadores y artesanos tradicionales chilenos, pero tu fuiste una de las primeras en hacer este tipo de enlaces. ¿Cómo funcionó la colaboración en tu caso, si hablamos en términos de procesos y evolución, para incentivar un poco a otros creativos chilenos?
Si, hay mucha colaboración y me encanta, me gusta que la gente trabaje cada vez más con comunidades artesanales y de hecho ahora me conformo mucho más. Al principio me preocupaba este boom porque lo utilizaban mucho comercialmente y eso me asqueaba un poco, porque la idea de trabajar con un artesano es enaltecer su trabajo y no ocuparlo como un eslabón de la cadena productiva. Dar a conocer quién es, su historia, valorizarlo. Entonces al principio, estoy hablando de hace 15 años atrás, salieron muchas marcas y tiendas que trabajaron con artesanía pero era todo bajo un modo utilitario. Ahora en cambio por fin se han dado cuenta los creativos, ya sea de la industria o independientes, que se trata de un par que hay que respetar y valorizar, mirando con mucha humildad su trabajo. La labor tanto técnica como tradicional de ellos es algo invaluable, por lo tanto poder llegar a tener una relación con una comunidad o un artesano matter es algo que hay que agradecer en la vida, mirando hacia arriba y no como algunos quieren representar en cuanto a que están ayudando a otros. Nooo, al contrario, ellos me están regalando la oportunidad de tener ese conocimiento invaluable.
-En algún momento, existió un boom “artesanal” o de jugar con materias primas como el fieltro que estuvo presente en distintas ferias. ¿Crees que de alguna manera ya pasamos esa etapa y existe hoy una profundización entre los creativos?
Si, creo que pasamos esa etapa y ya llegamos por fin a una bajada más profunda y seria, comprometida de cuando se trabaja con un artesano y comunidad, no solo bajo una mirada de marketing o “solidaria”, lo que implica creer que ellos son unas “pobres personas”. La mirada debe ser como par o de agradecimiento por entender una tradición ancestral. Quienes quedaron trabajando junto a artesanos a partir de hace dos años atrás son verdaderos, valoran y trabajan profesionalmente.
-¿Qué podemos esperar de tu charla en IF Valparaíso, “Reinventando la moda chilena” que será hoy a las 18:30 en Valparaíso?
Podemos esperar un recorrido junto a Juan Luis Salinas de lo que ha sido mi trayectoria como emprendedora de la industria de la moda, pero también tocaremos algunos tópicos como por ejemplo qué pasa cuando se es mujer, se está en provincia y decide trabajar con algo distinto, cuando estás a cargo de una empresa y vienen cambios en tu vida, qué pasa con eso pues también voy a contar por qué mi marca existe pero está en pausa y cómo la he reinventado. Juan Luis seguro querrá saber qué pasó en Nueva York y estoy muy feliz de contarlo, de cómo pude llevar la historia del vestuario chileno como un gran pilar donde pude establecer todo lo que ha pasado en nuestra industria textil y demostrar que no es una industria muerta sino viva. Y me parece muy simbólico que justo hayamos visto Pasarela Valparaíso y ahora esté dando esta charla justo a una semana de enterarnos del cierre de revista Paula, el foco que ha llevado a un montón de diseñadores a profesionalizarse. De hecho, si me preguntan qué es lo que me permitió que otra gente me conociera, fue aparecer en la parte Agenda de Revista Paula; yo partí ahí y así ha sido para la mayoría de los diseñadores chilenos. Es contraproducente por un lado y es como decir “estamos acá, podemos y somos muchos más de lo que se piensa”. Así que estará entretenido y los esperamos.
Fotos: Pitti Palacios, Aníbal Toro en Facebook Oficial.