Está radicada en Londres, grabó su primer disco en Estados Unidos y le canta al lenguaje universal del amor y desamor. Paula Luna tiene 29 años y su experiencia ha sido variada: en 2012, por ejemplo, fue la vocalista oficial de Tunacola. Ahora que está lanzando un nuevo single llamado “I don’t owe you shit”, quisimos saber más sobre su estilo musical y también estético, en esta entrevista.
-¿Cómo llegaste a la música y cuándo decidiste que sería una carrera profesional para ti?
Va a sonar súper hippie esto pero la música siempre estuvo presente en verdad. Desde chica hacía shows para mi familia (cobraba entrada y venía con cover jaja), y siempre cuando hablábamos de las carreras, yo decía que iba a ser cantante. Al salir del colegio me sentía perdida eso si, como que nunca había considerado que podría estudiar formalmente música. En una de las universidades a las que postule al salir del colegio (viendo carreras como Psicología y Periodismo, pero nunca muy convencida), me dijeron “te aceptamos, pero no creemos que deberías venir acá, es muy claro que tu quieres estudiar música.” Y ahí realmente me cayó la teja: esto tenía que perseguirlo de manera profesional y de lleno.
-¿Cuáles fueron tus primeros iconos e inspiraciones visuales y musicales?
Tengo una dualidad interna en términos de inspiraciones. Generalizando, me divido mucho entre el rock y el pop, entonces los primeros iconos visuales y musicales que tuve ya mas en la adolescencia eran súper mezclados, fueron bandas un poco más pesadas como Nirvana, Garbage y The Used, pero también al mismo tiempo Lily Allen y Amy Winehouse eran referentes máximas para mi. Todavía voy en péndulo con mis influencias, me parece interesante y no quiero comprometerme con sólo uno de esos lados.
-¿Por qué decidiste instalarte en Londres y proyectar tu carrera desde ahí?
Londres siempre me llamó la atención. Tengo familia acá entonces siempre sentí que tenía que venir, por lo menos a visitar. Cuando lo hice me enamoré de la ciudad, tiene un carácter muy único. Se siente la historia y siempre está presente, pero al mismo tiempo la innovación y creatividad no para. Me encantó la pasión que sienten sobre la música, se nota que le tienen un respeto inmenso. Hay espacio para todos acá.
-¿Cómo ves el ambiente musical chileno? ¿Quién o quiénes son tus favoritos?
Siento que el ambiente musical chileno está pasando por un momento muy lindo, que como país estamos retomando y realzando nuestra identidad. Música chilena buena siempre ha habido, y mucha, pero siento que ahora se está tomando más espacios y que la gente anda un poco menos chaquetera. Hay muchísimos artistas chilenos que amo enormemente. Mon Laferte específicamente es una gigantesca inspiración como persona, como músico y como ícono de estilo. Me parece que tiene una identidad bastante marcada y un personaje excelente. Denise Rosenthal también me llama mucho la atención, siento que es genuina y me gusta mucho el mensaje que está entregando. Me encanta que sea consecuente con su mensaje, por ejemplo con el hecho que su banda sea sólo de mujeres.
-¿Cómo perfilas tu estilo a la hora de cantar? ¿Tienes diseñadores o marcas que prefieras usar?
Cuando me subo al escenario para mi lo más importante es la interpretación, y que la gente sienta lo que yo estoy expresando. Por eso, guío mi vestuario en base a cómo siento que voy a estar expresándome ese día. Me he dado cuenta de que como me peino tiene un rol importante, va cambiando de tocata en tocata. Respecto a la ropa, me encanta ir a tiendas vintage, especialmente por Camden, que es un barrio muy musical con harta personalidad. Para contextualizar más, era el barrio de Amy Winehouse. Acá en Londres realmente hay de todo, existen tiendas de caridad donde la gente dona ropa de excelente calidad y puedes conseguir prendas de diseñadores como Vivienne Westwood por muchísimo mas barato. Yo siempre intento encontrar un equilibrio entre lo grunge y lo femenino. De todas maneras lo que si o si es infaltable en mi clóset son las Dr. Martens, el modelo con el que que estoy obsesionada en este minuto es el 1490, es parecido al modelo clásico pero con una textura menos tosca y un efecto más mate.
-¿Qué te parece el estilo de las personas en Londres? ¿Sientes que te inspira de alguna manera?
El estilo de las personas en Londres es súper interesante. Algo que me llamó la atención al llegar es que se dividen los barrios de manera bastante marcada por estilo. Camden es mas rockero, Shoreditch es hipster, y Brixton es urbano, para dar un par de ejemplos. Hay ciertos estilos súper elaborados y atrevidos, y aun que no voy a salir vestida cyberpunk por ejemplo, me inspira muchísimo que de verdad uno puede salir como quiera y expresar su identidad a través de la vestimenta de una manera muy libre. La gente vive su estilo, es parte de su identidad. Se nota que la ropa para ellos es realmente una carta de presentación, un personaje con el que se comprometen. Me encanta.
-Cuéntanos más acerca de la canción que estrenarás, I Don’t Owe You Shit.
Esta canción retrata el sentimiento de ser mujer en un espacio tóxico decorado con agresiones machistas. Esta canción es una declaración: una mujer no le debe nada a un hombre destructivo. Las personas así no pueden encerrarte ni detenerte, no son dueños de ti. Sin embargo, mujer, hombre o no binario, todos hemos pasado alguna experiencia frustrante tratando con alguien insoportable. Sea frente una persona megalómana, paranoica o manipuladora, todos nos hemos encontrado en situaciones donde hemos tenido que decir basta.
-Por último, dinos una película, una canción y un icono que te inspiren.
Película: La vie en rose
Canción: Crying Lightning de Arctic Monkeys
Icono: Gwen Stefani
