“Aunque suene cliché, nunca lo decidí. Mi gusto por la moda ha estado siempre presente, aunque obviamente ha ido evolucionando. De chico me fijaba en la ropa de los monos japoneses y los dibujaba, a los 12 pasé por una época bien obsesiva viendo desfiles cada temporada y ahora más que la moda, me interesa la ropa en sí, la construcción de las prendas”. Así, con este pequeño resumen acerca de su entrada como diseñador, conocemos a Martín Lüttecke, el creador de Martteck, una nueva marca chilena de vestuario.
Martín se tituló de Diseñador Integral este año en UC, consolidando sus conocimientos a través de especializaciones. “Estuve todo un verano estudiando confección en Espacio Buenos Aires, luego estuve seis meses en clases de confección con Rosario Soto (mamá de Paulo Méndez) y un año en clases de patronaje con Ignacio Lechuga. Personalmente, considero a estos dos últimos genios en lo que hacen y fue un honor poder aprender sobre su visión de trabajo”. Aunque recién estrena la primera colección de Martteck –que vimos por ejemplo, llevando a Vesta Lugg en una sesión de fotos y que Galio estrenó con una campaña-, Martín nos adelantó que la dejará en pausa mientras se desempeña como pasante de una reconocida marca londinense, una oportunidad imperdible que lo tendrá pronto viajando a esa capital de la moda.
¿Qué momentos consideras decisivos dentro de tu reafirmación como creativo de la moda?
Creo que el término “creativo de la moda” me queda totalmente grande. Sin embargo hubieron momentos decisivos que me hicieron darme cuenta que no podía dejar de hacer esto. Fue después que me rechazaran por segunda vez para estudiar en Central Saint Martins cuando me planteé muy frustrado hacer otra cosa que no fuera moda, pensando que no era lo suficientemente bueno. Unos meses después, me ví nuevamente revisando desfiles, dibujando bocetos, escuchando música que me traía ideas y ahí me di cuenta que no tenía alternativa, que tenía que buscar otras opciones, otros caminos. Ese mismo verano estaba en Buenos Aires tomando cursos de confección.
-Acabas de lanzar tu primera colección, con la cual juegas con el concepto de feminidad. Cuando diseñas algo, ¿en qué tipo de mujer piensas y hacia dónde quieres ir con tus propuestas?
Creo que aquí hay dos puntos importantes; primero, soy muy de inventarme historias en la cabeza, imaginando situaciones de fantasía lideradas por ciertos personajes ficticios. Así es como parto dibujando y diseñando de manera temática, sin embargo, al aterrizar siempre pienso en mis amigas, mujeres de mi generación a quienes me encantaría ver usando mis prendas. De hecho, el mejor piropo que recibo es cuando mis amigas me dicen que quieren una de mis prendas. Por otra parte, esta fantasía que me invento se contrasta con la confección de la ropa, que por más que refleje un concepto, es muy importante que sea perfecta y tenga patronaje interesante. A ese punto es adonde quiero ir con mis propuestas; una fantasía aterrizada en mujeres reales, con prendas bien confeccionadas.
-Cuéntanos cuáles podrían ser tus grandes influencias cuando se trata de diseñar.
Van variando todo el tiempo, son un collage de cosas; sin embargo, me gusta siempre basarme en un tema específico, hacer una investigación conceptual y eso complementarlo con imágenes de pantallazos de películas, fotos de colores en la calle, combinaciones raras que les veo a mis amigas, etc. Estas temáticas van cambiando dependiendo de lo que me interesa al momento de partir un nuevo proyecto, pero siempre nutriéndose de mi carpeta de “referencias” que voy alimentando día a día.
-Cada semana conocemos nuevas propuestas locales de Diseño. ¿Cuál sería esa característica que diferencia tu marca del resto?
Todavía no estoy muy seguro, creo que me falta un rato de experimentación y harto aprendizaje para encontrar realmente mi identidad como diseñador. En cada proyecto hay prendas que odio y otras que me dan ganas de darle una segunda vuelta, son estas conclusiones las que van guiando mi propuesta como diseñador.
-¿Qué opinas acerca de los diseñadores locales y quién es tu favorito?
Me cae bien todo diseñador, que a pesar de lo difícil que son las condiciones en Chile, siga esforzándose sin rendirse por proponer sus ideas. Es difícil generar propuestas más innovadoras cuando no hay mucho público que se interese en comprar diseño independiente.
Dentro de los diseñadores nacionales me encanta el trabajo de Sevali, Eduardo Galleguillos, Súbito, Ignacia Zordán -a quien tuve la suerte de poder ayudar un poco en su última colección-, y por último Axel Heilenkötter, quien a pesar de no tener una marca propia, lo envidio sanamente por trabajar en Maison Margiela y me encanta su estética.
-¿A quién te encantaría vestir y por qué?
Últimamente he pensado mucho en esto, en mis viajes he tenido la suerte de entrar a las tiendas de mis marcas favoritas y aunque son propuestas diseñadas directamente para jóvenes, sus precios los puede pagar un porcentaje mínimo de personas. Es por eso que me gustaría vestir a la gente de mi generación, a mis amigos, ir a una fiesta y ver a alguien bailando con mi ropa y no que esa persona sea necesariamente un millonario.
-Cada vez, más diseñadores apuestan por mostrar sus propuestas de manera atemporal. ¿Cómo percibes la presión que existe para los creativos y cuál sería el camino que seguirías con tu marca?
Yo creo que depende del tamaño de la marca/empresa. Si un Gucci puede tener seis colecciones al año y seguir teniendo una propuesta atractiva está bien, el problema es cuando el tiempo no permite desarrollar colecciones interesantes y las marcas pierden su identidad en el camino. Cada uno tiene sus tiempos y condiciones, es imposible comparar los ingresos y recursos de una mega marca con otra independiente, no se le puede pedir al hermano de kinder que haga las mismas tareas que al hermano universitario.
-Háblanos de tus planes a corto plazo.
Ahora, voy a dejar en pausa mi proyecto de marca personal para seguir aprendiendo, ya que no me siento preparado ni tampoco quiero casarme con algo fijo a los 23 años. Después de harto molestar, logré que me aceptaran en una de mis marcas independientes favoritas, Wales Bonner en Londres, donde trabajaré los próximos seis meses como pasante.
-Por último, dinos una canción, película e icono que te inspiren a la hora de diseñar.
Una canción que tengo muy pegada últimamente es “Juvenile” de un grupo nuevo que se llama The Blaze; una película que me encanta y que la herede de mi papá, su favorita, es “2001: Odisea en el espacio”, un lujo visual; y por último, mi icono que me inspira es mi amiga Josefa Díaz (@josefadm), quien tiene un manejo del color que espero poder tener en otra vida.
Fotos: Tumblr oficial Martteck.