Probablemente lo conocen como Leo Jr., pero hoy el integrante del clan Méndez nos cuenta desde Suecia, que prefiere que lo llamen Linda. Y es que desde que regresó a su país natal, la vida del joven de 20 años ha sufrido una serie de cambios que día a día comparte con sus más de sus 250 mil seguidores en su cuenta de Instagram. Cambios en los que la moda y su estilo andrógino han sido los protagonistas.
Ya sea sobre tacos o en zapatillas, con body o camisa, luciendo un outfit atrevido o uno classy, para Linda Méndez, cuyo máximo referente de la moda es Donatella Versace, lo más importante es “sentirse uno mismo y cómodo”, no si las prendas que luce son masculinas o femeninas, o si se viste de mujer u hombre.
Autodenominado como ‘shemale’, este amante de la moda e ícono rupturista, nos confiesa que los básicos de su clóset son los crop tops, que su outfit perfecto sería uno total white -muy minimalista y limpio- y que el maquillaje ya forma parte de su vida, porque en poco tiempo comenzará sus estudios para ser makeup artist. De ahí que su cosmetiquero es uno de sus grandes amigos y en este no pueden faltar ni los iluminadores, ni su brow kit con el que consigue las perfiladas cejas que luce en sus fotos. También asegura que si bien su gusto por la moda existe desde siempre, solo con el tiempo, a medida que se conoce y en Suecia, ha podido mostrar su verdadero estilo, ese que va de acuerdo a como se siente.
¿Por qué es más fácil involucrarse con la moda y ser uno mismo en Suecia?
Porque Suecia es un país multicultural y tolerante, en el que las personas son más individualistas y aunque les pueda llamar la atención un look, cada uno vive su metro cuadrado. Además a diferencia de lo que pasa en Chile, acá la gente se atreve mucho más a jugar con la moda. Uno sale a la calle y ve de todo, porque no hay miedo a las críticas o a recibir burlas por la forma de vestir. Por esto, desde acá he tenido la fortaleza y las ganas de demostrarle a Chile que uno se puede vestir a su manera, sin limitarse al gusto de los demás. Y es lindo cuando uno le pierde el miedo al resto, porque a través de la moda me encontré conmigo y con mi felicidad.
– En una entrevista, señalaste que usabas tacones y maquillaje porque te hacía sentir “único y cómodo”. Pero ¿a qué desafíos te viste expuesto cuando comenzaste a usar estos looks andróginos ?
Los primeros desafíos fueron las miradas raras y las risas. Pese a eso, todas las noches me acosté (y acuesto) tranquilo y feliz, porque gracias a personas como yo, que se atreven, se expone esta realidad. Esa que nos dice ‘todos somos únicos’ y lo encuentro maravilloso.
– ¿Cómo te tomas las críticas, principalmente por redes sociales, de aquellos que cuestionan tu forma de vestir?
Yo todo lo tomo con risas. Me gusta que les moleste, jamás cambiaré mi forma de pensar o de vestir por comentarios de personas que no pueden ver a otra persona feliz. Yo soy claro, ¿no le gusta? Bien por ellos.
– ¿Qué te parece que ahora se hable de ti por tus extravagantes outfits y no por ser un Méndez ?
Siempre estaré orgulloso de ser un Méndez y aunque se hablara de mí por eso, jamás me daría vergüenza. Pero de todas formas este cambio lo veo positivo ya que para mí, la moda es algo con lo estoy trabajando y en lo que tengo planificado seguir. Lo mismo pasa con el maquillaje.
-Hablando de “Los Méndez” ¿qué significó para ti ser el protagonista del último single de tu padre “My Wonderwall”, en el que además de hacer un llamado a que los padres les digan a sus hijos que crean en sí mismo, te permitió mostrar tu nuevo estilo?
Para mi significó todo. Igual él no necesita hacer una o dos canciones diciendo lo mucho que me ama, porque eso ya me lo demuestra y lo escucho todos los días en persona o por un llamado. Mi padre me ama incondicionalmente.
– ¿Qué se viene para tu futuro?
Dentro de muy poco entraré a estudiar maquillaje y me preparo para una colaboración con Make Up Store- una marca líder de make up en los países nórdicos-. Además está en mis planes independizarme acá en Suecia. No tengo intenciones de volver a vivir a Chile, solo iré de visita y de vez en cuando, ya sea por trabajo o por mi hermana mayor, Steffi Méndez, que actualmente vive allá.
