Fotos: @negro.bate.loco, @nacholaflama, @fotografia_alejandrogarrido.
En las calles del sector sur de Santiago, una joven estudiante de Diseño Gráfico proyectaba un estilo streetwear y un peinado que pocos entendían. Ropa ancha, pelo con trenzas y bicolor eran parte del cotidiano de Ayelen Figueroa @nelenahir, quien por estos días con ese particular estilo, con sus composiciones y colaboraciones se ha transformado en una de las nuevas promesas del género urbano chileno.
Si bien Nele Nahir no se define como trapera, reggaetonera ni hiphopera -porque no se cierra a ningún género-, lo cierto es que es considerada en el ambiente musical como una de las cantantes con mayor proyección dentro del reggaetón chileno.
-¿Cómo partió el proyecto solista Nele Nahir?
Queriendo hacer música bailable (o perreable mejor dicho). Me gusta mucho salir a bailar y pasarlo bien, por eso mi música habla de eso. En estos momentos hago reggaetón, pero también pienso en hacer temas más románticos, porque en el fondo uno hace lo que siente al momento de escribir.
¿De dónde nace la idea de llamarte así?
Tenía un amigo que era rapero y un día mientras nos fumábamos un cigarro, me dijo “oye tú no tienes chapa (firma o nombre) y para ser rapera hay que tener”, así que los dos nos pusimos a pensar en un sobrenombre hasta que llegamos a la conclusión de que daríamos vuelta mi nombre ‘Ayalen’ y lo abreviamos a Nele. Y bueno, Nahir es mi segundo nombre, y como sonaban bonitos juntos lo deje así.
Sabemos que congelaste tus estudios para darle un mayor impulso a tu carrera musical ¿valió la pena ese esfuerzo?
Si bien me echaron de la casa por salirme de la universidad, y no pude ver a mi familia en seis meses, lo cierto es que sí, valió la pena. En poco tiempo he logrado avanzar más que algunos artistas antiguos. A veces igual extraño ir a la universidad, pero son más grandes mis ganas de seguir luchando por este sueño.
¿Cómo ha sido encontrarte estética y musicalmente en este género?
Bueno lo fui construyendo poco a poco. Cuesta encontrarse y lo bueno es que con cada tema me voy formando y teniendo mejores resultados. He estado incursionando en géneros como el trap, dancehall, reggaetón y neoperreo.
¿Quiénes han sido (o son) tus referentes en este proceso?
Ahora , Ella Mai, quiero empezar a lanzar música de su estilo, y a cantar, marcar la pequeña diferencia y con eso dejar el Autotune. Por otro lado Tomasa del Real, me encanta, amo su personalidad, su estilo, que no le tema a nada y además todo lo que ha logrado. Ella me hace tener esperanzas de poder seguir dentro de estos sin rendirme.
Sabido es que en la escena del trap/hiphop/reggaetón una de las grandes preocupaciones es la estética. ¿Qué tan importante ha sido para ti y cómo has trabajado en ella?
Muy importante, uno va comparando su trabajo con el de los demás. Eso te ayuda a no quedarte atrás y te da ideas sobre cosas nuevas o mejoras que puedas hacer. De ahí que he trabajado con artistas como Bruce Lean, Toffy One, Nathan, Mati Drug y más. Me gusta ir variando entre estilos, géneros y público,
La mayoría de los traperos siguen un mismo estilo, ¿te has dejado influenciar por este?
Sí, es como una moda. Una que en realidad siempre he seguido, porque siempre he sido “extravagante” para vestirme. Hace unos años me criticaban mucho por usar petos, buzo y por el pelo. Pero me ayudó que el año pasado comenzara la moda de los buzos, colores flúor y lentes vintage, para que así otras personas me entendieran y comprendieran mi estilo. Mi influencia fueron los niggas de los Bronx, de chica siempre me gustó andar como los niggas gringos.
¿Cómo definirías tu estilo a la hora de vestir?
Un estilo creativo y casual. Soy una persona accesible y amigable, de personalidad optimista y espontánea. Soy de buzo, polera corta o top, zapatillas y mis trenzas.
¿Cuándo te estaremos viendo sobre escenarios?
De marzo en adelante tendré eventos más seguidos. En mis proyectos me gustaría tener temas R&B, sin dejar de lado el reggaetón obviamente y sacar un mixtape de esto, ojalá que en vacaciones de invierno.