Luke Duggleby es un fotógrafo británico que ha vivido los últimos ocho años de su vida recorriendo el sudeste Asiático. Radicado en Bankok, Tailanda, Luke ha viajado por los pueblos más inhóspitos de países como China, Etiopía, Myanmar, Pakistán, India, Cambodia, Tailandia, Uganda, Kenia, Perú y Bolivia. A lo largo de su carrera Luke ha ganado premios como The International Photography Award, y ha sido publicado en revistas como National Geographic, TIME y GEO France. Actualmente se encuentra descansando de un viaje de tres años, y habló con VisteLaCalle para comentar algunas de sus fotografías más icónicas en torno a templos, paisajes, tradiciones budistas y vestuario.
-¿Cómo describes la experiencia de retratar culturas tan distintas?
-La única manera de describir la experiencia de vislumbrar las vidas y culturas de estos pueblos es con la palabra “increíble”. Muy pocas situaciones permiten tener este tipo de acceso, donde incluso puedes llegar a ser un estorbo, pero la fotografía es una de esas cosas, y yo me siento privilegiado cuando una persona o comunidad me permite estar presente.
-¿Cuál ha sido el lugar más impresionante que has descubierto a través de tus viajes?
-Esta es una pregunta muy difícil porque hay muchos lugares y todos tienen su belleza particular, pero hubo un sitio que me impactó más que cualquiera y fue en el sureste del Tíbet. Al principio de mi carrera pasé mucho tiempo en esta región, y en 2003, un año muy sagrado para los budistas tibetanos, emprendí la peregrinación –junto con cientos de peregrinos– en torno a una cadena montañosa llamada Kawakarpo. Caminamos por casi dos semanas, durmiendo a la intemperie y atravesando pasos de más de 5.000 metros de altura. Yo tenía 26 en ese momento, y esa experiencia cambió mi vida, no sólo mentalmente, sino también de manera profesional.
-¿Puedes describirnos el significado de esta última foto? ¿Por qué la ropa esparcida?
-Esta imagen fue fotografiada en las laderas de la montaña sagrada de Kawakarpo. Cada año miles de peregrinos tibetanos recorren la cordillera para mejorar su karma para la próxima vida y en varios puntos durante el viaje cada uno de ellos deposita artículos personales para apaciguar a los espíritus del bosque. Por eso las prendas que ves colgadas en la foto.
-Estéticamente hablando, ¿qué país, ciudad o comunidad es la que te ha impactado más en términos de vestuario?
-Yo diría que India tiene la variedad más interesante de ropa, pero para ser más específicos, diría que hubo un caso en el estado de Kerala en el sur de la India, que me impactó más que cualquier otro. En ese lugar visité una universidad que enseña a los estudiantes el arte de Kathakali, una antigua forma de danza india que para las ceremonias anuales de graduación, hace que los estudiantes se disfracen y bailen –toda la noche– ante una audiencia de familiares y maestros. El proceso de vestuario y maquillaje es muy intenso, tanto así que toma varias horas por alumno, e incluye la colocación de pequeñas semillas debajo de los párpados para enrojecer los ojos y cumplir con los requisitos de esta danza. Fue una experiencia fascinante y surrealista.
Tailandia ha sido otro de los lugares más recorridos por Duggleby que le han significado premios y reconocimientos por su trabajo fotográfico. En este país descubrió, fotografió y publicó el mercado negro de carnes de perro y también conoció muy de cerca de los monjes budistas del templo Dhammakaya. Este templo es considerado uno de los más grandes de Tailandia, con alrededor de 3.000 monjes, novicios, laicos y laicas viviendo de manera permanente, y congregaciones de alrededor de 100 mil personas para eventos importantes de fiestas religiosas. Las imágenes que Luke capturó en este templo han dado la vuelta al mundo en revistas de viajes, turismo y cultura.
Recorriendo el book de fotos de Luke en su sitio lukeduggleby.com, también nos encontramos con imágenes tomadas en China de ancianas con los pies vendados, históricamente más conocidos como “pies de loto”, una tradición cultural del país asiático que partió en las bailarinas de clase alta en la Dinastía Song y que posteriormente se propagó por todo China como una práctica común de la clase alta y burguesía. Desde 1912 que el vendado de pies está prohibido, pero aún hay mujeres ancianas sobrevivientes a la tradición.
-¿Cuál es tu reacción cuando conoces a mujeres que han encorvado sus pies para alcanzar los “pies de loto”?
-La única reacción que tuve al filmar esa historia fue de agradecimiento ya que tuve la oportunidad de presenciar esta tradición que en pocos años no tendrá ninguna prueba viviente de su existencia. Las mujeres estaban orgullosas de sus pies y hablaban de lo bellas que se sentían por tenerlos de esa manera… Lo que hay que entender es el contexto cultural en que estas manifestaciones fueron hechas; por supuesto que es una experiencia dolorosa y muchas veces se hace sin el consentimiento de la mujer, pero fue una corriente muy respetada en su momento. Hoy día ampliamos los senos, blanqueamos nuestra piel y cambiamos nuestras narices, todo por ser “bello”.
-¿Cuáles son tus planes para este año? ¿Qué nuevos lugares pretendes descubrir?
-Acabo de terminar un proyecto con viajes de tres años que se publicará el 2015 en Alemania. El libro trata de las formas más antiguas y tradicionales de producir sal, y que todavía no se extinguen. Para este proyecto visité junto a un fotógrafo español más de 20 países, entre ellos Perú y Bolivia, para terminar el último mes en África, en abril pasado. Este año tengo la intención de quedarme en Asia y visitar probablemente solo India, Sri Lanka y ojalá Pakistán.
Imágenes de lukeduggleby.com. Si quieres saber de qué trata cada imagen o su lugar de origen, solo para el botón del mouse sobre la foto para que despliegue una descripción.